La líder opositora venezolana y reciente Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, instó a la comunidad internacional a reforzar la presión contra el dictador Nicolás Maduro, al considerar que solo mediante una acción coordinada y sostenida será posible abrir el camino hacia una transición política en Venezuela.

Para mantener la libertad y alcanzarla, se necesita fuerza; lo contrario sería la paz de los muertos”, declaró Machado en entrevista con la cadena CBS.

Las declaraciones se produjeron en medio de las advertencias del presidente estadounidense Donald Trump sobre la posibilidad de extender a tierra las operaciones contra el narcotráfico vinculadas al Cartel de los Soles, organización que Washington señala como terrorista y liderada por altos funcionarios del chavismo.

Machado se distanció de ese debate y fue tajante: “Ni estamos involucrados, ni nos involucraremos, en las políticas de seguridad nacional de otra nación”, sostuvo.

Premio Nobel y rechazo a la guerra civil

La dirigente, que esta semana recibió en Oslo el Premio Nobel de la Paz tras salir secretamente de Venezuela luego de un año en la clandestinidad, descartó de plano un escenario de guerra interna. A su juicio, la cohesión social del país impide ese desenlace. “La sociedad venezolana es la más cohesionada de la región y me atrevería a decir del mundo”, afirmó, rechazando versiones que alertan sobre una posible guerra civil.

Diagnóstico sobre el régimen de Maduro

Machado describió al régimen chavista como una estructura criminal con vínculos internacionales. Señaló que Venezuela se ha convertido en un espacio donde operan redes de crimen organizado y actores armados extranjeros. En este contexto, mencionó a Rusia, Irán y Cuba, así como a organizaciones como Hezbollah, Hamas, la guerrilla colombiana y carteles del narcotráfico, a los que acusó de actuar “libremente y en colaboración con Maduro y su régimen”.

La opositora respaldó las acciones estadounidenses orientadas a cortar esas redes, al considerar que afectan directamente la capacidad de la dictadura para sostenerse. “Como toda estructura criminal, sufre cuando se interrumpen los flujos de sus actividades delictivas”, dijo.

Presión política y legal, no intervención militar

Machado subrayó que durante años la oposición reclamó la aplicación de la ley y sostuvo que ahora ese proceso comenzó. “Era fundamental aplicar la ley, y por fin está sucediendo. Por eso creo que el régimen tiene los días contados”, aseguró.

Consultada sobre una posible intervención militar extranjera, evitó avalar ese escenario y centró su respuesta en la necesidad de aumentar la presión política y legal. “Aceptaríamos cada vez más presión para que Maduro comprenda que tiene que irse, que su tiempo se agotó”, afirmó, sin referirse a una invasión.

Un proceso no convencional

Machado remarcó que el proceso venezolano no responde a patrones clásicos de cambio de gobierno. “Este no es un cambio de régimen convencional”, explicó, al compararlo con otros contextos donde existieron elecciones competitivas.

Según indicó, el respaldo ciudadano al cambio político alcanza al 70% de la población, lo que otorga un mandato claro que debe ser respetado. “Lo que necesitamos es apoyo para hacer cumplir esa decisión”, señaló.

Estrategia internacional y riesgos internos

La dirigente planteó como objetivo inmediato una estrategia internacional basada en acciones legales coordinadas. Llamó a gobiernos de Estados Unidos, el Caribe, América Latina y Europa a reforzar mecanismos que limiten las actividades ilegales del régimen. “Una vez que el precio de permanecer en el poder es mayor que el de dejarlo, el régimen se desmoronará”, afirmó, ubicando allí la posibilidad de una transición negociada.

No obstante, advirtió sobre riesgos internos. Señaló que sectores del chavismo podrían intentar bloquear ese proceso, lo que obliga a “aislar y neutralizar esas amenazas”.

En ese marco, indicó que la oposición mantiene contactos dentro de las fuerzas armadas. “Creemos que más del 80% de nuestras fuerzas armadas se unirían y apoyarían el movimiento democrático una vez que la transición esté en marcha”, concluyó.

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