Se evidencia en las encuestas publicadas este fin de semanaun apoyo condicionado a las innovaciones administrativas, una clara delimitación del estilo de liderazgo deseado y una postura internacional que mezcla el pragmatismo con definiciones valóricas en temas sensibles. Estos datos constituyen un primer termómetro complejo para el gobierno entrante, marcado por un mandato de esperanza paciente pero dentro de márgenes muy específicos definidos por la opinión pública.
PANEL CIUDADANO UDD
Una reciente publicación del Panel Ciudadano-UDD, correspondiente a su primera medición posterior a las elecciones presidenciales del 14 de diciembre, revela un panorama optimista y matizado en la percepción pública respecto al futuro del país y al gobierno entrante. Los datos, más allá de las cifras, delinean una sociedad que navega entre expectativas de cambio, pragmatismo administrativo y claras definiciones sobre el estilo de liderazgo deseado.
En el ámbito de las expectativas nacionales, se observa un optimismo mayoritario pero paciente: un 56% de los encuestados proyecta una mejora para Chile en el próximo cuatrienio, matizando esta perspectiva con la comprensión de que los cambios prometidos “tomarán tiempo”. Este dato sugiere una ciudadanía que, si bien deposita esperanzas en la nueva administración, internaliza una visión realista sobre los plazos de la gestión pública. Frente a este grupo, un 28% anticipa un deterioro, mientras que un 16% prevé que la situación se mantendrá sin alteraciones significativas, configurando un segmento escéptico o de expectativas conservadoras.
La encuesta también indaga en la arquitectura y el estilo gubernamental, arrojando resultados paradójicos. Respecto al concepto de un “Gobierno de emergencia”, la opinión se encuentra dividida: un 31% lo avala únicamente para la implementación de medidas urgentes, posición que parece privilegiar un marco excepcional transitorio. Un 27% lo rechaza de plano, evidenciando una postura contraria a la normalización de estados de excepción política. En contraste, propuestas asociadas a símbolos de centralización y tradición reciben un apoyo significativo: un 56% aprueba la futura residencia del Presidente electo José Antonio Kast en el Palacio de La Moneda, y un contundente 70% respalda el restablecimiento del cargo protocolar de Primera Dama, lo que podría interpretarse como un anhelo de estabilidad y figuración institucional clásica.
Un hallazgo revelador gira en torno a la proyección internacional y los liderazgos políticos. Si bien un 56% avala la reciente visita de Kast al Presidente argentino Javier Milei, un amplio 70% desea que su estilo de gobierno sea “distinto” al del mandatario trasandino. Esta aparente contradicción señala una ciudadanía capaz de distinguir entre la diplomacia y la gestión doméstica, valorando el acercamiento estratégico pero marcando límites claros respecto a la adopción de un modelo de liderazgo disruptivo a nivel interno. En la misma línea pragmática, un 58% aprueba la existencia de biministros o triministros, una figura que denota una preferencia por la eficiencia y la compactación del gabinete.
Finalmente, la agenda exterior del futuro gobierno recibe señales mixtas pero definidas. Un 58% está de acuerdo con que la administración de Kast apoye la candidatura de la expresidenta Michelle Bachelet para un alto cargo en la ONU, un dato que trasciende las afinidades ideológicas y sugiere un respaldo transversal a figuras chilenas en el escenario global. Sin embargo, en un terreno geopolítico más delicado, un 61% se muestra a favor de que Chile respalde una eventual intervención liderada por Estados Unidos para terminar con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, reflejando una postura activa y alineada con ciertos sectores de la política exterior occidental frente a crisis regionales.
Análisis Conclusivo: La radiografía proporcionada por el Panel Ciudadano-UDD pinta a una ciudadanía expectante pero no ingenua, que combina el deseo de cambio con demandas de estabilidad simbólica.
BLACK & WHITE
La encuesta Black & White, realizada entre el 16 y 17 de diciembre, profundizó en la percepción ciudadana respecto de estos primeros gestos del Presidente electo. Según el sondeo, un 58% de los encuestados se mostró de acuerdo con que Argentina fuera el primer destino internacional de Kast.
Alta valoración de las tradiciones republicanas
El estudio revela que la gran mayoría de la ciudadanía valora mucho o bastante todas las tradiciones republicanas consultadas. La más apreciada es la reunión de los equipos en La Moneda, con un 88% de valoración positiva (61% “mucho” y 27% “bastante”).
En segundo lugar aparece el llamado telefónico del Presidente en ejercicio al Presidente electo, con un 52%, mientras que la visita del candidato derrotado se ubica en el tercer lugar, con un 50% de valoración.
De acuerdo con la encuesta, esta valoración aumenta transversalmente entre los hombres, así como a mayor nivel socioeconómico (GSE) y edad.
Evaluación del discurso de Kast
En cuanto al tono y contenido del primer discurso de José Antonio Kast como Presidente electo, la mayoría lo evalúa positivamente: un 38% lo califica como muy bueno y un 24% como bueno.
Esta evaluación favorable crece entre hombres, personas de mayor GSE y mayores de 35 años. En ambos aspectos, la proporción que lo evalúa “muy bien” es igual o levemente superior al porcentaje de votos que obtuvo, lo que refuerza la idea de un respaldo inicial sólido.
Según Black & White, “se puede inferir que el mandato de Kast comenzará con el apoyo de quienes votaron por él y una fuerte oposición entre un 20% y 24% de la población, que rechaza su primer discurso”.



