El encargado del traspaso de mando presidencial, el exministro Claudio Alvarado (UDI), abordó el criterio que ha definido la próxima administración del presidente electo José Antonio Kast respecto de la conformación de su gabinete, en particular la norma que desaconseja el ingreso de personas que mantengan vínculos familiares directos con parlamentarios en ejercicio.

La definición, que busca evitar conflictos de interés y eventuales cuestionamientos públicos, podría impedir que el excandidato presidencial Johannes Kaiser asuma un cargo ministerial, considerando que su hermana, Vanessa Kaiser, fue recientemente electa senadora.

Al respecto, Alvarado explicó que “se está evaluando precisamente que no exista una relación entre autoridades del Poder Ejecutivo con autoridades elegidas democráticamente en el Parlamento para tratar de evitar malas interpretaciones, eventuales conflictos de interés”, precisando que se trata de un criterio orientador y no de una prohibición absoluta.

En esa línea, recalcó que “no es una norma que esté fijada en piedra” y que siempre “pueden existir excepciones”, subrayando que lo verdaderamente relevante para integrar el gobierno será que las personas cuenten con capacidad técnica, habilidades políticas, disposición al trabajo y compromiso con el programa de gobierno.

Al referirse específicamente al caso de Johannes Kaiser, Alvarado sostuvo que existen sectores que están intentando malinterpretar el criterio establecido, insinuando que se trataría de un mecanismo para bloquear su ingreso al gabinete. “Se está buscando un elemento como para que eventualmente no ingrese al gabinete, pero esas cosas no son así. Y esas interpretaciones, a mi juicio, siempre hay que tratar de evitarlas”, afirmó.

Posible rol del Partido Nacional Libertario

Consultado sobre la eventual participación del Partido Nacional Libertario en el futuro gobierno y sobre si una eventual exclusión podría afectar las proyecciones políticas de Kaiser, Alvarado fue enfático en señalar que el objetivo del presidente electo es conformar un gobierno amplio y de unidad.

“El óptimo es que todas las fuerzas políticas que apoyaron al presidente electo Kast en la segunda vuelta puedan colaborar en las diferentes instancias de gobierno”, señaló, reconociendo que la diversidad de colectividades puede generar diferencias, pero que estas deben ser administradas mediante mecanismos de coordinación política.

Asimismo, enfatizó que si alguna colectividad decide no integrarse al Ejecutivo, “es respetable”, siempre y cuando se trate de una decisión autónoma del partido y no se interprete como una falta de voluntad del gobierno electo para incorporar a sus cuadros.

Debate por el retorno de la figura de la primera dama

Alvarado también se refirió a la controversia generada por el retorno de la figura de la primera dama, luego de que esta fuera eliminada durante la actual administración, encabezada por el presidente Gabriel Boric, y cuyas funciones fueron redistribuidas entre distintos ministerios bajo la gestión de la antropóloga y ex primera dama Irina Karamanos.

En su primer discurso como presidente electo, José Antonio Kast anunció que su esposa, María Pía Adriasola, volverá a asumir este rol, lo que ha generado críticas desde el oficialismo. La ministra de la Mujer, Antonia Orellana (FA), planteó que “en un Estado moderno no puede la función pública depender de un cargo de parentesco”, mientras que Karamanos cuestionó el anuncio señalando que “parece todo un dilema el de Pía, salvar la austeridad anunciada por su cónyuge o salvar una tradición que, retrocediendo el reloj, llena el vacío dejado por reinados”.

Frente a estas críticas, Alvarado aclaró que las funciones previamente traspasadas a otros ministerios se mantendrán y que el rol de la primera dama no implicará la dirección directa de fundaciones u organismos públicos. Sin embargo, defendió su valor simbólico y social.

“Desde el punto de vista de la historia republicana, las primeras damas siempre juegan un rol social muy importante”, afirmó, agregando que acompañar al presidente en el ejercicio de la función pública genera un plus para la gestión gubernamental.

Finalmente, aludiendo al estilo del mensaje de Karamanos, Alvarado ironizó señalando que “hay que hacer un esfuerzo agudo en la mañana para entenderlo”, para luego concluir que el debate “no dice relación con la austeridad”, sino con un acompañamiento que, a su juicio, es positivo para una gestión integral de la acción del gobierno.

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