Colo Colo continúa explorando alternativas en el mercado de fichajes con la intención de fortalecer su plantel, aunque el margen de maniobra sigue siendo estrecho. El limitado presupuesto con el que opera Blanco y Negro se ha transformado en un factor decisivo que condiciona la llegada de nuevos refuerzos y obliga a priorizar operaciones de bajo costo.

En ese contexto, el club logró cerrar la incorporación de Matías Fernández Cordero, quien arribó al Monumental en calidad de agente libre, luego de finalizar su vínculo contractual con Independiente del Valle. La operación no implicó desembolso por concepto de traspaso, lo que refleja la estrategia de contención financiera que hoy rige en Macul.

No obstante, la dirigencia alba también ha intentado salirse, de manera puntual, de esa lógica. Según informó La Tercera, uno de los nombres por los que Colo Colo sí estuvo dispuesto a negociar “a punta de billetera” fue el de Daniel “Popín” Castro, delantero de Deportes Limache, quien despertó interés por su rendimiento y proyección.

La respuesta, sin embargo, fue negativa. Desde el club dueño de su pase no dieron luz verde a la operación, cerrando así una opción que evidenciaba la tensión permanente entre las necesidades deportivas del Cacique y las limitaciones económicas que enfrenta su administración.

Este escenario confirma que, más allá de la ambición competitiva, Colo Colo deberá seguir moviéndose con cautela en el mercado, privilegiando oportunidades estratégicas y fichajes a costo cero, mientras las finanzas continúen marcando el ritmo de las decisiones deportivas.

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/José Pablo Verdugo