El ministro británico de Defensa, Ben Wallace, confirmó este jueves en el Parlamento que su gobierno enviará misiles de largo alcance “Storm Shadows” al Ejército ucraniano.
“Hoy puedo confirmar que el Reino Unido va a donar misiles ‘Storm shadow’ a Ucrania. Los ‘Storm Shadow’ son misiles de largo alcance, convencionales, y de precisión”, explicó Wallace ante la Cámara de los comunes (baja).
Estos misiles de crucero tienen un alcance de más de 250 km, más que cualquier otro armamento suministrado a Kiev por los países occidentales.
En su declaración, Wallace argumentó que “la donación de estos sistemas de armamento da a Ucrania la mejor probabilidad de defenderse frente a la continuada brutalidad rusa, especialmente de los ataques deliberados contra infraestructura civil ucraniana, que van contra la legislación internacional”.
“Ucrania tiene derecho a poder defenderse frente a esto”, agregó el ministro, al insistir en que esos misiles “permitirán a Ucrania echar a las fuerzas rusas que están asentadas dentro de territorio de soberanía ucraniana”.
El posible envío, que ahora se ratifica, había sido recibido con amenazas por parte de Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, prometió una “respuesta adecuada del ejército ruso”, como ocurre siempre que se suministra nuevo material occidental al ejército de Kiev.
Wallace señaló que no planea dar más detalles sobre las capacidades de esos misiles pero observó que “estos sistemas ni siquiera se encuentran en la misma liga que los misiles rusos hipersónicos killjoy AS-24″, ni tampoco a la altura de los “misiles de crucero Kalibr que cuentan con un alcance de 2.000 kilómetros, unas siete veces más que los Storm Shadow”.
“Rusia debe reconocer que sus acciones han derivado en que se haya proporcionado estos sistemas a Ucrania”, apuntó el ministro británico, al concluir que se trata de “una respuesta calibrada y proporcionada a las escaladas de Rusia”.
Ucrania lleva tiempo pidiendo a sus aliados occidentales que le proporcionen misiles para atacar todos los objetivos militares y estratégicos rusos en los territorios ucranianos ocupados, incluido el puente de Kerch que une la península de Crimea con Rusia.
Algunas de las bases y centros de mando rusos permanecen por el momento fuera del alcance de las armas ucranianas, salvo algunos drones.
La hipótesis de misiles estadounidenses ATACMS, con un alcance de 300 km y capaces de ser disparados por los sistemas lanzacohetes Himars utilizados por el ejército de Kiev, ha sido favorecida durante mucho tiempo, pero la Casa Blanca ha vetado este proyecto por temor a una escalada con Rusia.
La semana pasada, un grupo de países europeos encabezados por Gran Bretaña retomó la oferta lanzando una licitación de misiles con un alcance de hasta 300 km para el ejército ucraniano.
Los misiles británico-franceses Storm Shadow, desarrollados por Matra y British Aerospace en la década de 1990 y producidos actualmente por MBDA, pueden dispararse desde un buque o un avión de combate. Con una carga explosiva de 450 kg, pueden alcanzar objetivos situados entre 250 y 500 km, según la versión.
La Fuerza Aérea francesa disparó 12 de estos misiles contra objetivos del grupo Estado Islámico en Siria en el marco de la operación Chammal entre diciembre de 2015 y enero de 2016.
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