Hace justamente una semana el gobierno informaba que “con fecha 26 de mayo de 2023, el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, ha aceptado la renuncia” de Christian Larraín, quien hasta ese día cumplía labores como subsecretario de Previsión Social. Días más tarde fue la propia ministra del Trabajo, Jeannette Jara, quien confirmó que ella le había solicitado su dimisión en el cargo y tal como lo develó La Tercera PM, los motivos eran denuncias de acoso laboral y sexual. “Hay gente que la estaba pasando muy mal en la subsecretaría”, sostuvo la autoridad.
Siete días después de comunicados estos hechos, Larraín decidió defenderse y no tan sólo por la prensa donde salió a revelar la tensa relación que tenía con la ministra de la cartera y que su caso daba cuenta de que se estaba en presencia “de una cultura de la cancelación sin ninguna investigación previa de lo que se te acusa”. Esta vez fichó a Jorge Bofill, del estudio Bofill, Escobar, Silva, uno de los abogados penalistas más reconocidos del país, para que encabece acciones tendientes a refutar los cargos que se han levantado en su contra. La defensa, comentan sus cercanos, será pro bono, es decir un trabajo voluntario y sin remuneración de por medio.
Las vías que se barajan
El equipo de Bofill por estos días estudia qué vías legales puede emprender para poder lograr un objetivo que se han trazado y es desvirtuar las acusaciones en contra de Larraín, quien ha insistido en su inocencia y, por otra parte, poder resarcir los daños que esta situación ha generado en su imagen, a su persona y su entorno familiar.
Quienes conocen de esta arremetida sostienen que el penalista evalúa desde ir a Contraloría para que el órgano dirigido por Jorge Bermúdez intervenga en este proceso hasta participar activamente del sumario que se abrió una vez que Larraín ya había sido marginado del Ministerio del Trabajo. De esta indagatoria administrativa, en todo caso, la exautoridad de Previsión Social hasta el día de hoy no ha sido notificada.
Otras de las vías que estaría analizando Bofill es ir derechamente por una querella por injurias y una tutela laboral por “afectación a la honra y dignidad” del ahora exsubsecretario.
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