El mundo asiste nervioso a otro salvamento de interés internacional en busca de cinco personas a bordo de un pequeño submarino o batiscafo que trataron de vivir una aventura inolvidable en el Titanic. Bajar a casi 4.000 metros de profundidad a desentrañar algún enigma del trasatlántico hundido. Una aventura por la que cada viajero pagó 250.000 dólares y que puede acabar en tragedia. Protagonizan un nuevo capítulo de la maldición del Titanic.

La maldición del Titanic: teorías de dónde está el submarino desaparecido

Para saber qué puede haberles pasado a los cinco ocupantes del Titan, el batiscafo desaparecido de OceanGate, los medios recurren a expertos, a empresas de rescate o a exploradores que han hecho esta expedición con anterioridad, porque la empresa propietaria, la citada OceanGate, ha impuesto un cerrojazo informativo y no está ofreciendo datos al respecto. De ahí que las preguntas que todo el mundo se hace -¿dónde está el submarino?, ¿qué les ha pasado los expedicionarios? o ¿siguen aún con vida alguno de los cinco pasajeros que iban a bordo?- no tengan respuestas certeras sino hipotéticas.

Así, Butch Hendrick, presidente de la empresa de rescate Lifeguard Systems y experto submarinista, señala como los mayores factores de riesgo para la expedición al mal tiempo en la zona y la posición geográfica remota donde se llevó a cabo el descenso submarino para llegar al mítico trasatlántico, el Titanic, a 1.500 kilómetros de las costas estadounidenses en el Atlántico norte. Butch Hendrick prevé la posibilidad de que el submarino esté atrapado en algún lugar dentro del Titanic «adherido a una red de pesca entre los escombros y no pueda salir por sí solo». Hendrick declaró a FoxNews que un sumergible de este tipo se mueve a través de múltiples hélices: «Si alguno de los motores o las pequeñas unidades de hélice que lleva se han enganchado o succionaron algo y se han enredado, podría provocar que ahora esté atrapado y que no pueda liberarse por sí mismo».

Ni siquiera se sabe a ciencia cierta la autonomía del minisubmarino para que sobrevivan sus ocupantes: la cifra de 96 horas que se han extendido no la ha dado la empresa OceanGate, sino submarinistas expertos o aventureros que ya hicieron la expedición con anterioridad. Hendrick asegura que Titan sólo tiene reservas de oxígeno para ese máximo de 96 horas. Algo que ha corroborado, Alan Estrada, uno de los primeros turistas que bajó en el submarino para ver los restos del Titanic y que ha apuntado otra hipótesis de lo que puede haber pasado: que el submarino haya salido a la superficie, pero con un fallo en los sistemas de comunicación y no pueda dar sus coordenadas.

 

Estrada sostiene que si el submarino que iba a explorar el Titanic está «perdido en la superficie» es esperanzador, pues si lo encuentran hay muchas posibilidades de rescate. Pero es necesario encontrarlo dentro de esas 96 horas de autonomía de la nave, porque «no se puede salir desde dentro, deben abrirte y es compleja esa operación», por la presurización del sumergible. Alan Estrada ha asegurado que él fue afortunado porque su descenso no tuvo complicaciones y recordó que en el contrato del viaje que firmó había una cláusula en la que asumía los riesgos. Añadió que el oxígeno disponible al interior de la nave sólo alcanza para cinco días. Además, no hay comida y, para hacer las necesidades, hay una especie de caja de arena que está situada a la vista de toda la tripulación.

La peor de las hipótesis es que la nave haya sufrido algún percance y esté perdida, a la deriva submarina y a merced de las corrientes.

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