“Hicieron de nuestras necesidades el mejor de sus negocios”.

Ese es el mensaje de una pancarta que desconocidos colgaron en la reja perimetral de la sede en que operaba Revolución Democrática, en la calle Francisco Bilbao de Providencia.

La casona tiene además rastros de haber sido atacada con pintura en uno de sus muros.

El partido está en el ojo del huracán luego que el Ministerio Público abriera una investigación de oficio sobre los contratos que una organización vinculada a la tienda oficialista suscribió con el Secretaría Regional Ministerial de Vivienda en Antofagasta cuando un integrante de sus filas lideraba la repartición regional.

La operación, involucró un monto de $426 millones que el militante de RD Carlos Contreras, antes asesor parlamentario de la diputada y expresidenta del partido Catalina Pérez, visó en favor de la Fundación Democracia Viva para proyectos de campamentos. El representante legal de la entidad beneficiada es Daniel Andrade, que, hasta que se dio a conocer el caso por el medio antofagastino Timeline, era pareja de la legisladora. La fundación carecía de giro para ejecutar los proyectos comprometidos y el Ministerio Público indaga eventuales delitos de corrupción en los convenios.

Durante la tarde el cartel de tela negra pintado con letras blancas fue retirado.

En mayo, se anunció que el partido fundado por Giorgio Jackson ya no operaría en ese inmueble y se trasladarían a la casona Esmeralda de Santiago para compartir espacios con Convergencia Social (CS).

En el portal de Transparencia, sin embargo, sigue figurando la propiedad de Providencia como su sede en la capital.

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