El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) cayó un 2% anual en mayo, en línea con las estimaciones del mercado, según informó este lunes el Banco Central, en su cuarta caída consecutiva. Además, se trató del peor registro mensual desde diciembre pasado.

La serie desestacionalizada, en tanto, disminuyó 0,5% respecto del mes precedente y retrocedió 2,2% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que en mayo de 2022.

«La variación anual del Imacec fue explicada por la caída de la minería y, en menor medida, del comercio. Por su parte, la caída del Imacec desestacionalizado estuvo determinada por el desempeño de la minería», precisó el ente rector en un comunicado.

Con estos antecedentes sobre la mesa, ahora el mercado más que asume que el estancamiento de la economía chilena llevaría a la entidad presidida por Rosanna Costa a aplicar un recorte de tasas en su próxima Reunión de Política Monetaria (RPM), programada para fines de julio. No obstante, también plantean que en dicha decisión también será clave el registro inflacionario de junio, a difundirse este viernes.

De hecho, desde el Departamento de Estudios de Coopeuch, por ejemplo, señalan que «la fuerte contracción anual que tuvo el Imacec de mayo estuvo muy influenciada por la minería, que tuvo una fuerte caída de 7,5%. Sin embargo, el desempeño del resto de los sectores muestra que la economía está prácticamente estancada, con un nulo crecimiento mensual del Imacec no minero al descontar la estacionalidad».

«Los datos conocidos hoy aumentan la probabilidad de un recorte de tasas superior a los 50 puntos base en la RPM de este mes. De todas maneras, en esta decisión será clave el registro de IPC de junio que publicará este viernes el INE», añaden.

Eso sí, mencionan que hacia adelante las bases de comparación serían menos exigentes, y «contribuirán a que los próximos registros del Imacec muestren caídas más moderadas: con el registro de mayo habríamos alcanzado la peor cifra anual del año».

Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones, señaló que «la actividad en general, excluyendo al componente de minería, que es altamente volátil y se mueve por sus propios factores, está mostrando cierta estabilización. De todas formas, el nivel de actividad sigue ubicándose bajo el potencial, requisito necesario para que la inflación continúe con su convergencia. Dado lo anterior, estimamos que las autoridades del Banco Central comenzarán su ciclo de recortes en su tasa de referencia, la que iniciaría con una reducción de 75 puntos base en la reunión de fines de julio».

«Con todo, continuaremos observando variaciones negativas en los próximos Imacec, por lo que durante 2023 veríamos una contracción cercana a -0,8% en la actividad», agregó.

La economista jefe de Fintual, Priscila Robledo, mencionó que «todo indica que el PIB del segundo trimestre será algo más débil que el primero. Con estas cifras se hace más posible que el 2023 cierre en números rojos, algo que con los datos del primer trimestre parecía que se podía evitar».

«Posiblemente el PIB del segundo trimestre también sea más débil de lo que proyectó el Banco Central en su último IPoM. Lo cual, en el margen, aumenta la probabilidad de un recorte mayor a medio punto porcentual en julio. Eso sí, para dar forma a las expectativas de la próxima Reunión de Política Monetaria aún hay que esperar a los datos de inflación de junio, que se publican este viernes», acotó Robledo.

Cristián Valdés, estratega de inversiones de Zurich AGF, dijo que «vemos que la debilidad de la demanda interna aún se mantiene presionada, y anticipamos que la presión se mantenga durante los próximos meses. Por otra parte, la inflación sigue mostrando señales de reducción y esperamos que se mantenga esta tendencia. En cuanto al crecimiento del PIB para este año se ve desafiante con este Imacec, sin embargo, mantenemos nuestra visión de que se ubicará en el rango entre -0,5% y 0%, esto soportado al ajuste que vemos de la inflación a diciembre a un 4,6% debido a un adelantamiento del ciclo de recorte de tasas por parte del Banco Central para el mes de julio de 75 puntos base, continuando a cerrar el año con una TPM de 8,25%».

El ex subsecretario de Hacienda y decano de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, Alejandro Weber, expuso que «un 2% es demasiado para una economía que lucha por salir adelante fuertemente impulsado por un deterioro de la minería, de la producción de bienes y del comercio. No es cierto que el crecimiento económico no se pueda alterar, al contrario, depende de las buenas políticas que implementemos para generar más inversión y empleo».

«Si estas cifras las proyectamos durante el año, apenas sacaremos una nota azul si es que hacemos las cosas razonablemente bien, tenemos que impulsar más inversión y más crecimiento económico», cerró.

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