La agencia de clasificación de riesgo Fitch mantuvo la posición crediticia de Chile en la categoría “A-”, dejó su perspectiva “estable”.

Entre los principales argumentos destaca que la posición del país “están respaldadas por un balance soberano relativamente sólido, con una deuda pública en relación al PIB muy por debajo de sus pares, sólidos indicadores de gobernabilidad y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y un tipo de cambio flexible”.

Resalta además que “estas fortalezas se equilibran con el ingreso per cápita que, según los proyectos de Fitch, seguirá siendo bajo en relación con sus pares, la alta dependencia de los productos básicos y las débiles métricas de liquidez y apalancamiento externo”.

En su análisis menciona los avances de las distintas reformas en curso. Una de ellas es el proceso constitucional. Si bien dice que el proceso genera incertidumbre, valora que una comisión de expertos terminó un anteproyecto en mayo que “es más moderado y en línea con la actual carta que la primera propuesta”.

En ese contexto, menciona que “el nuevo texto tiene una serie de principios que deben ser respetados en el texto final como por ejemplo, derechos de propiedad, estructura actual del Congreso e independencia del BC y algunos derechos sociales sujetos a disponibilidad de recursos”.

En opinión de Fitch, “el nuevo borrador no afectaría el modelo económico de Chile ni la sostenibilidad de las finanzas públicas”.

Como riesgo plantea que el borrador final se desvíe más hacia la derecha, dada la conformación del consejo constitucional, aumentando las posibilidades de un rechazo en el referéndum. En este punto, menciona que las primeras encuestas muestran que más de la mitad de los chilenos votaría “no” al borrador actual.

Avance limitado de las reformas

En su informe sostienen que el Presidente Gabriel Boric “ha tenido un éxito limitado en su agenda de reformas tributarias en medio de una baja popularidad y un estancamiento político”.

Si bien su gobierno ha impulsado algunas leyes en el Congreso, el rechazo en marzo de su reforma fiscal emblemática que buscaba recaudar 2,7% del PIB fue un gran revés.

“El gobierno propondrá un nuevo proyecto de ley fiscal, pero dada la postura de la oposición contra los nuevos impuestos, es probable que se centre en medidas administrativas e incentivos para la inversión privada”, puntualizan y agregan que “si se aprueba, no está claro cuántos ingresos podría generar en última instancia y si podría financiar por completo las promesas de campaña del de un mayor gasto social”.

Sobre la reforma de pensiones subraya que “no ha avanzado mucho en el Congreso”, y que los desafíos de “la administración Boric para avanzar en su agenda y aumentar los impuestos para hacer frente a las presiones de gasto podrían resultar en un descontento social renovado y/o un desliz fiscal”.

Más déficit, menos ingresos

En materia fiscal, prevé un deterioro mayor con un déficit del 2,7% del PIB en comparación con el 1,9% que proyecta Hacienda. “Si bien pronosticamos que los déficits se reducirán durante el período hasta 2025, esperamos que se mantengan por encima del 2,0% del PIB”.

Para 2023, anticipan que “los ingresos fiscales deberían continuar ajustándose a una actividad económica más débil y a la caída de los ingresos del cobre, aunque esto se verá parcialmente compensado por una mayor recaudación de impuestos relacionada con el litio”.

Por otro lado, subrayan que los gastos aumentan debido a los mayores beneficios de pensión y una mayor carga de intereses. La perspectiva enfrenta riesgos a la baja ya que un El Niño más fuerte de lo esperado podría generar gastos adicionales.

Fitch proyecta que la deuda en relación al PIB aumente al 39,7% a fines de 2023 desde el 38% que finalizó 2022 y que siga un camino ascendente durante el período de pronóstico llegando al 42,5 % en 2025. “Esto aún se compara favorablemente con la mediana ‘A’ de 50,6 %, pero el porcentaje de intereses/ingresos ha superado la mediana ‘A’ actual (3,6% frente a 2,7%)”, sostiene el reporte de la clasificadora.

Crecimiento nulo

La agencia proyecta que la economía tendrá un nulo crecimiento en 2023 y un avance de 2,4 % en 2024. “La actividad debería estar respaldada por el consumo del gobierno a medida que se implementa una política fiscal anticíclica para contener una mayor corrección económica”, apunta. Indican que otro impulso que tendrá la actividad económica serán las exportaciones netas: “Chile se beneficia de una mayor demanda mundial de metales esenciales necesarios para la transición energética, compensando un impacto más débil de lo esperado de la reapertura en China”.

Hacia el mediano plazo, prevén que el crecimiento regresará a la tendencia previa a la pandemia de 2,0 % (2015-2019), sustentado por la producción de cobre “a medida que los nuevos proyectos en línea compensan los desafíos operativos a corto plazo y los retrasos en los proyectos anteriores”.

Sobre la política monería, espera que el Banco Central prevén que el Banco Central “reduzca lentamente” la tasa de interés, ya que la inflación subyacente “ha caído a un ritmo más lento que el general”.

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