Estancados. Esa es la primera conclusión que se desprende de los resultados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregó este miércoles en un seminario organizado junto al Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP).

Es que de acuerdo a la encuesta, la mediana de ingresos -el que recibe un ocupado representativo de la mitad de la población—que obtienen las personas en Chile por su trabajo, descontada la inflación (en términos reales), se ha mantenido en torno a los $500 mil desde 2018 a 2022. Ese primer año se ubicó en $505 mil; en 2019 retrocedió levemente a $493,80; en 2020 los ingresos laborales subieron a $502 mil, en 2021 se elevaron a $516 mil y el año pasado se redujo nuevamente a $502 mil. Para la medición se considera el ingreso bruto, menos los descuentos por previsión y salud.

En el informe, el INE sostuvo que “al analizar el ingreso medio real y la masa de ingreso real de la ocupación principal se identifica que, para el mismo periodo, ninguna de estas variaciones es estadísticamente significativa”.

De esta manera, puntualizó que “el análisis en términos reales deja en evidencia que la significancia de las variaciones de ingreso entre estos períodos es sensible al controlar por inflación y, por tanto, no se constata un aumento real en el poder adquisitivo de las personas ocupadas en términos de su ingreso del trabajo”.

Misma visión entregó el director del OCEC-UDP, Juan Bravo, quien indicó que “desde 2018 no hay ningún progreso en los ingresos reales de los trabajadores, ni siquiera han lograron contrarrestar toda la inflación, porque la variación es negativa”. A lo que se refiere Bravo, es a que entre 2021 y 2022 los ingresos medios reales cayeron 2,7%.

Bravo advirtió además que, con estos ingresos laborales, “hay un porcentaje importante de trabajadores que gana sueldos muy bajos. Y si se considera que la línea de la pobreza para un hogar de 4 personas es de $580 mil, con esa realidad de ingresos lo que estamos diciendo es que muchas familias tienen dificultades para satisfacer sus necesidades más elementales”. Por su parte, el ingreso laboral promedio fue de $757.752, un 1,4% menor que los $768.300 de 2021.

Según sexo, el 50% de las mujeres ocupadas percibió un ingreso nominal mensual menor o igual a $454.723, mientras que en el caso de los hombres, este fue de $572.968.

El mayor porcentaje de la población ocupada se encuentra en el tramo de ingresos reales de $400.000 a $500.000, el cual concentró un 17,3% de personas. Le siguen los tramos de $300.000 a $400.000 y de $500.000 a $600.000, que concentraron un 12,5% y 11,1% de personas ocupadas, respectivamente.

En cuanto a los tramos más altos, un 19,9% recibió ingresos mayores o iguales a $1.000.000 y apenas un 2,4% percibió ingresos iguales o mayores a $3.000.000.

Por regiones

Al mirar el desglose por regiones, Arica y Parinacota es donde se recibe el menor ingreso real, de $412 mil. Luego le siguen Ñuble, con $416 mil; La Araucanía, $422 mil, y O’Higgins y Maule con $450 mil, cada una. Como contrapartida, Antofagasta es la región con los ingresos medianos más altos, alcanzando los $636 mil, seguida de Magallanes, con $603 mil. Las regiones Metropolitana y Aysén registran $594 mil como ingresos laborales medianos.

Según la encuesta, la mayoría de las personas ocupadas se concentró en el grupo ocupacional de trabajadores de los servicios y comercios, representando el 20,6% del total de trabajadores. Este grupo percibió un ingreso medio de $467.338 y un ingreso mediano de $402.083. A su vez, directivos y gerentes fue el grupo ocupacional que obtuvo los ingresos medios más altos, con una media de $2.180.215 y una mediana de $1.758.208.

Asimismo, la mayor proporción de personas ocupadas cuenta con educación secundaria, concentrando el 41% del total, y con ingresos medio y mediano mensuales de $510.749 y $445.663, respectivamente.

Por su parte, los ingresos más bajos fueron los de las personas ocupadas con educación primaria, con ingresos medio y mediano de $378.246 y $387.005, cada una. En tanto que las personas ocupadas con nivel de posgrado registraron los ingresos más altos, con una media de $2.043.559 y una mediana de $1.659.666.

La brecha de género en el ingreso medio en 2022 se ubicó en -25,5% en desmedro de las mujeres, mientras que en el mediano fue de -20%.

Jorge Hermann,economista de Hermann Consultores, afirmó que “la brecha de genero es un -25,5%, que puede parecer alta, pero nuevamente es importante tomar en cuenta la heterogeneidad del empleo, por ejemplo, asalariado y cuenta propia, como también educación, experiencia laboral, sector económico entre otros aspectos. Por ejemplo, la brecha de genero es de -11,1% en asalariados totales”.

La Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) es un módulo complementario de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) y se realiza cada año en el trimestre octubre-diciembre. Su objetivo es caracterizar los ingresos laborales de las personas que son clasificadas como ocupadas, así como los ingresos de otras ocupaciones distintas de la ocupación principal, tanto a nivel nacional como regional. Es la única encuesta a hogares en Chile que recaba anualmente información de ingresos de las personas y su serie actual está vigente desde el año 2010.

Caracterización

La encuesta reveló que la mayor parte de las personas asalariadas (46,1%) trabajó en empresas o instituciones con 200 y más empleados, percibiendo ingresos medios y medianos de $1.006.613 y $730.427, respectivamente. En contrapartida, la menor proporción de ocupados (6,3%) trabajó en empresas o instituciones de 5 a 10 personas, recibiendo ingresos medios y medianos de $591.605 y $457.025, cada uno.

Además, a nivel nacional, 86,9% de las personas asalariadas fueron formales y obtuvieron un ingreso medio de $880.996, mientras que las personas asalariadas informales (13,1%) alcanzaron un ingreso medio de $518.753.

Por edad, el 88,7% de las personas entre 30 y 34 años son ocupadas formales y percibieron un ingreso medio de $896.955 y el 21,6% de las personas entre 15 y 24 años son ocupadas informales y percibieron un ingreso medio de $334.387.

A la hora de analizar entre trabajadores del sector público y privado, la encuesta muestra que las personas asalariadas del sector privado obtuvieron un ingreso medio de $798.926, mientras que quienes trabajan en el sector público percibieron un ingreso promedio de $993.916.

“El ingreso medio nominal de los asalariados públicos es $993 mil, un 24,4% superior al sector privado, elemento a tener en consideración en el próximo reajuste del sector público que deberá negociar Hacienda”, comentó Hermann.

En ese sentido, el 10,3% de las personas asalariadas del sector privado tiene educación primaria, mientras que en el sector público esta proporción alcanza un 2,8%,mientras que el 28,3% de las personas asalariadas del sector privado posee educación universitaria y percibió un ingreso medio de $1.145.163. El 40,7% de los asalariados del sector público tuvo este mismo nivel educacional, con un ingreso medio de $1.217.425.

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