«Participé orgulloso con ellos, porque estoy convencido que gracias a su lucha incansable por verdad y justicia es que hoy nosotros estamos aquí». Con esas palabras del Presidente Gabriel Boric, explicó ayer su participación en la romería de las organizaciones de derechos humanos, previo a las actividades de este lunes por los 50 años del Golpe de 1973.

En su cuenta de X, el Mandatario además condenó los hechos de violencia ocurridos durante la jornada, acusando que fueron protagonizados por «grupos pequeños de encapuchados de negro (que) buscaron reventar la manifestación».

Pero la participación del Presidente en la marcha generó una serie de críticas entre parlamentarios y dirigentes políticos, principalmente por parte de personeros de la oposición. Así, el presidente de la UDI, Javier Macaya, planteó que «el ambiente se ha continuado crispando y eso no tiene que ver con La Moneda, tiene que ver cuando tú ves al Presidente participando en una marcha que va a terminar, y lo anticipo, con la tumba de Jaime Guzmán probablemente una vez más sacralizada, con rayados».

Mientras que el secretario general de RN, Diego Schalper, explicó este lunes a Radio Universo que Boric «es el Presidente de todos los chilenos y por mucho que él tenga sus convicciones, tiene que captar que cuando él concurre a una marcha pasa al plano de no entender que él está llamado a conducir el país, cautelar el orden público. Creo que el Presidente a ratos se haya un poquito incómodo en la posición (…) Creo que el Presidente Boric hasta el día de hoy no capta con total cabalidad lo que significa ser el jefe de Estado y de todos los chilenos».

«El capricho irresponsable del Presidente Boric de participar en la marcha puso en riesgo la integridad del Palacio de La Moneda y los Carabineros que resguardan el perímetro. Hay que investigar las responsabilidades que participaron de esta errada decisión», escribió el ex presidenciable de republicanos, José Antonio Kast.

El diputado de la DC, Eric Aedo, -según consignó El Mercurio- cuestionó que «generar un instructivo para todos los funcionarios de gobierno y, al mismo tiempo, que el Presidente y los ministros asistan a la romería aportando más a la tensión que luego se transformó en violencia, no de parte del Presidente y los ministros, pero sí en violencia y ataques en el cementerio, me parece un tremendo error. Esto está en la lógica de un Presidente que pide A y hace B».

Lo anterior en alusión al llamado realizado por esta administración a los funcionarios públicos de abstenerse de participar en manifestaciones que pudieran alterar el orden público.

Mientras que el diputado Jaime Araya (IND-PPD) indicó que «el país espera que un gobierno sea garante del Estado de Derecho, y no uno que marche. La tarea fundamental es garantizar las condiciones de seguridad para impedir que encapuchados quemen o destruyan, sin cumplir esos mínimos, no se entiende la presencia del Gobierno como parte de una marcha».

Las explicaciones de Tohá Desde

La Moneda, la ministra del Interior, Carolina Tohá, salió ho al paso de los cuestionamientos, expresando en Radio Cooperativa que «en este clima mucha gente puede tener opiniones respecto a que el Presidente marche».

De este modo, manifestó que «yo no espero que a todo el mundo le guste que el Presidente marche, pero lo que si espero, es que se le dé la interpretación que tiene y el mismo Presidente ha dado a conocer, que fue acompañar a las organizaciones de DD.HH que representan las víctimas. Como Presidente, estar al lado de ellas en ese momento en que se conmemoran 50 años. Ese fue el sentido de su participación».

Con eso, la ministra Tohá aseveró que «nosotros no nos parece que eso debe causar unanimidad, pero lo que no puede causar es interpretaciones torcidas. El Presidente fue muy categórico una y otra vez respecto a condenar la violencia y si hubo violencia ayer, fue contra las personas que organizaban la romería y no a favor. No como parte de ese acto sino que boicoteando ese acto».

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