Hace cinco meses, en la primera quincena de abril, Enjoy y Dreams, los dos mayores operadores de casinos del país, pusieron fin al intento por unir sus operaciones y crear así un gigante del juego local. Los reparos de la Fiscalía Nacional Económica a la integración y una investigación por una eventual colusión entre los actores del mercado llevaron a sus accionistas a desechar una fusión que entregaría a la familia Fischer el control de la nueva entidad.

Desde ese momento, Enjoy comenzó a buscar nuevas opciones de negocio y encomendó a la gestora Asset Chile la búsqueda de potenciales interesados en comprar la empresa o en alguna eventual alianza que apuntalara sus finanzas.

En ese proceso, ya suena un potencial postulante: un grupo mexicano que opera casinos en su país, cuya identidad permanece en reserva, pero que sería el más avanzado en las tratativas.

Personas que han escuchado sobre el proceso afirman a Pulso que el interesado es Logrand Entertainment Group, conglomerado que abrió en 2005 su primer casino, Paradise, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Tras 17 años de existencia, el grupo describe en su último reporte de sustentabilidad que opera en seis estados de México, con 12 salas de juego, y presencia minoritaria en otras tres ubicaciones.

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