Luego del suspenso que provocó el rechazo a la cuestión previa invocada por su defensa, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados finalmente desestimó la acusación constitucional contra el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, con 68 votos a favor, 76 en contra y 6 abstenciones. Un resultado que el Gobierno consiguió gracias a un fuerte despliegue de varios de sus ministros, que incluso acompañaron a Jackson durante la jornada, y que logró el descuelgue de algunos parlamentarios de una oposición que no estuvo lo suficientemente alineada para conseguir su propósito de que el libelo avanzara al Senado, un lugar donde el panorama parecía adverso para el secretario de Estado, a causa de las malas relaciones que dejó allí, en su paso como titular de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres).
Durante la extensa jornada del pasado jueves, votos claves y que favorecieron las pretensiones oficialistas fueron los de los diputados independientes Felipe Camaño y René Alinco, que votaron en contra; como también las abstenciones de los parlamentarios de oposición Ximena Ossandón (RN), Joaquín Lavín León (UDI) y Eduardo Durán (RN). Una vez concluida la votación, el ministro Jackson celebró que culminara un proceso que –a su juicio– «se pudo haber evitado», agregando que la acusación votada este jueves «no tenía ningún fundamento».
En tal sentido, el titular del Ministerio de Desarrollo Social precisó que “muchas veces se trataba de diferencias políticas que son legítimas, yo creo que fue lo que sopesó y lo que inclinó la balanza tanto de las parlamentarias y parlamentarios oficialistas, a quienes por supuesto agradezco por su respaldo, como también de quienes no son del oficialismo, incluso de quienes son de la oposición y dieron el paso y cruzaron una frontera que es difícil de cruzar”.
Pero el panorama fue, en un principio, adverso para el Gobierno. Y es que solo un voto le faltó al oficialismo para ganar la cuestión previa, invocada por la defensa del ministro Jackson, cuya votación a favor permitía declarar inadmisible la acusación constitucional en contra de la autoridad gubernamental. Pero después de que la Cámara se pronunciara en contra de dicho mecanismo, y se procediera a votar el fondo del libelo, fueron los acusadores quienes enfrentaron el complejo desafío de conseguir la mayoría suficiente para aprobar la iniciativa presentada por la bancada del Partido Republicano y, de esta manera, inhabilitar de sus funciones al titular del Ministerio de Desarrollo Social, hasta el pronunciamiento del Senado.
Al respecto, el voto clave, que pudo determinar que se aprobara la cuestión previa invocada por la defensa de Jackson, provino de la diputada independiente Mónica Arce, exmilitante del Partido Humanista, pero que no forma parte de ninguna colectividad oficialista ni tiene vínculo alguno con Acción Humanista, según lo aseguró su presidente, Tomás Hirsch. Pero si el voto de la parlamentaria –electa en la misma lista y arrastrada por Pamela Jiles– hubiese sido favorable, la acusación constitucional se habría caído en ese momento, considerando el apoyo del parlamentario de oposición e integrante de la comisión revisora del libelo acusatorio, Joaquín Lavín León (UDI), y de otros sectores, como de la bancada de la Democracia Cristiana.
En su defensa, la diputada Arce, aunque evitó referirse a las razones detrás de su voto, dijo que sentía «vergüenza» por cómo se ha llevado adelante este proceso, porque –a su juicio– responde al «eterno gallito entre las dos fuerzas políticas de siempre, en una pelea aburrida y obsoleta, pero que sigue en curso (…). Y esto que he vivido estas últimas semanas es un matonaje. Algunos van a sacar mucho provecho de las opciones que se les puedan abrir, respecto de su votación. Estamos perdiendo tiempo en una pelea que solo a nosotros nos importa y que solo beneficia a algunos», agregó la parlamentaria
Finalmente, y si bien la Cámara Baja desestimó el libelo acusatorio contra uno de los ministros más cercanos al Presidente Gabriel Boric, continúan emergiendo voces a favor de la salida de Jackson del gabinete, en medio de fuertes presiones y especulaciones en torno a un eventual ajuste ministerial. Al respecto, para el diputado y jefe de bancada de la Democracia Cristiana, Eric Aedo, una vez rechazada esta acusación, sería positivo para el Gobierno y para el propio ministro Jackson que este tome distancia de la primera línea del Ejecutivo, en donde podría cumplir un rol distinto, por ejemplo, como asesor en el segundo piso de La Moneda.
«Yo creo que el Gobierno y el propio ministro tienen que hacer un proceso de reflexión, de por qué, a once meses de iniciada su gestión, él se ha convertido en el imán de toda la animadversión del Parlamento. Y yo honestamente digo que no quiero que le suceda al ministro Jackson lo que le pasó al exministro Chadwick, que pasó una acusación constitucional, pero volvió al poco tiempo con otra acusación, hasta que lo sacaron por esa vía. Yo creo que el camino que va a recorrer el ministro Jackson, va a ser que otro partido de la derecha, u otro, en pocos meses más, va a volver a presentar una acusación en contra de él, y no sé si el Gobierno va a tener la energía para detenerla», advirtió Aedo.
Acusación contra exministra Ríos: un caso «diferente»
Pero la verdad es que el Gobierno se enfrenta a una situación compleja, porque si bien pudo evitar la caída de uno de los rostros insignes de su gabinete, deberá rápidamente desplegarse para impedir que la acusación constitucional contra la exministra de Justicia, Marcela Ríos, sí consiga los auspicios suficientes para ser aprobada en la Cámara, cuya votación se efectuará el próximo miércoles 25 de enero, a escasos días de iniciarse el receso legislativo. Y es que desde la Corporación advierten que ambos libelos –contra Jackson y Ríos– corresponden a casos diferentes. Reflejo de aquello es que la oposición podría en dicho cometido sumar votos que este jueves respaldaron al oficialismo, como de independientes y la bancada de la Democracia Cristiana, entre otros sectores.
Ante el próximo desafío para el Ejecutivo, la encargada de encabezar las gestiones para evitar que el libelo contra Ríos avance al Senado, será la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, figura también clave en las negociaciones que permitieron salvar a Jackson de su acusación. Sobre cuál será la estrategia que aplicará La Moneda, la secretaria de Estado puntualizó que “la próxima semana lamentablemente tendremos que estar acá nuevamente acompañando a la exministra Marcela Ríos, en una acusación constitucional también improcedente jurídicamente (…). Haremos exactamente el mismo esfuerzo que ustedes han visto hoy, porque Marcela Ríos no debe ser acusada, y muchísimo menos debe ser objeto de una acusación constitucional exitosa y, con ello, castigar una conducta que no constituye infracción al reglamento jurídico».
En defensa de la extitular de Justicia, su compañera de tienda política (Convergencia Social), la diputada Gael Yeomans, planteó que «lo que se lee es que se intenta más bien cuestionar el ejercicio de una facultad presidencial [los indultos]. (…) No me gustaría que hubiera ensañamiento con la exministra, creo que no es justo, ella ya asumió la renuncia a su cargo, y creo que respecto a los hechos que se cuestionan es suficiente demostración de la altura que ha tenido para el momento». Además, y en cuanto a la posibilidad planteada por parlamentarios de Renovación Nacional –promotores de la acusación en contra de Ríos–, respecto a que dicho libelo serviría para resolver dudas sobre eventuales irregularidades en los indultos, Yeomans agregó que «uno no presenta acusaciones constitucionales para recabar información (…). Esta acusación no debería ser aprobada si es que ellos no tienen el sustento ni la información necesaria para poder presentarla».
Sobre cómo el oficialismo se prepara para la acusación constitucional que se votará el próximo miércoles en la Sala de la Cámara, el diputado y presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch, señaló que se preparan del mismo modo en que lo hicieron para el libelo votado este jueves: «Con argumentos sólidos, con un buen trabajo de nuestros diputados y diputadas en las comisiones que están estudiando la acusación”. No obstante, parlamentarios apuntan que el caso de la acusación contra Ríos es evidentemente distinto al de Jackson, al tener más elementos jurídicos de fundamento, y porque –aseguran– en forma paralela Renovación Nacional presentó una comisión investigadora por el tema de los indultos, por lo que la derecha no se va a detener en su objetivo de llegar hasta el Presidente de la República.
La duda ahora gira en torno a si el Partido Republicano respaldará dicha iniciativa, toda vez que dos diputados de RN (Ossandón y Durán) y uno de la UDI (Lavín Jr.), se abstuvieron de la acusación contra Jackson, favoreciendo las intenciones oficialistas, y reflejando las complejidades que ha enfrentado la oposición para votar de forma alineada. De esta manera, y según advierten en la Cámara de Diputadas y Diputados, Chile Vamos es presa de sus propias descoordinaciones y deberá desplegarse para lograr una negociación exitosa con la bancada republicana, que este jueves anunció que aún no tiene una decisión tomada respecto al libelo contra Ríos, quien, de ser aprobada su acusación, quedaría inhabilitada para ejercer cargos públicos por un periodo de cinco años.
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