“La región está ahora en condiciones de ejercer una influencia positiva en el proceso de negociación liderado por Venezuela y poner al país en el camino de la democracia y el respeto de los derechos humanos. Estos cambios han abierto una ventana de oportunidad para solucionar la crisis venezolana. Sin embargo, esta ventana se cerrará si no se llega a un acuerdo sobre las elecciones de 2024 en las próximas semanas. Debemos aprovechar esta oportunidad”.
Con esas palabras, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, resumió en una carta publicada este viernes sus sensaciones tras participar en la conferencia internacional sobre Venezuela organizada en Bogotá. El diplomático inistió en la necesidad de “unir fuerzas” para ayudar a que el régimen de Nicolás Maduro y la oposición acuerden celebrar elecciones en 2024 de acuerdo con los estándares internacionales. Sin embargo, lanzó un ultimátum al chavismo: el acuerdo sobre los comicios debe llegar pronto.
“La situación humanitaria sigue siendo grave en Venezuela, a pesar de algunas mejoras en 2022 debido, en particular, a un aumento en los ingresos del petróleo. Según las últimas cifras compartidas por los socios de la Unión Europea, alrededor de 20 millones de personas necesitan asistencia humanitaria de una población de 29 millones. Y más de 7,2 millones de venezolanos han tenido que huir de su país, la mayoría viviendo en los países de América Latina y el Caribe, que han mostrado una solidaridad excepcional a pesar de las dificultades provocadas por la pandemia del COVID-19 y la inflación”, enfatizó Borrell.
Luego recordó que —desde 2018— el bloque aportó 540 millones de euros para paliar la crisis migratoria, principalmente en Ecuador, Perú y Colombia. Y siguió: “Venezuela es potencialmente uno de los países más ricos del mundo, dados sus recursos de petróleo y gas. La producción petrolera venezolana alcanzó casi 3 millones de barriles por día en 2002. Actualmente, Venezuela produce cuatro veces menos petróleo y necesitaría USD 12 mil millones en inversión al año para mejorar su infraestructura. Venezuela también cuenta con 197 billones de pies cúbicos de reservas probadas de gas natural, cifra que la ubica en el octavo lugar a nivel mundial. Sin embargo, todavía no ha resultado en una producción importante de gas. Por el contrario, Venezuela es el mayor emisor mundial de metano a la atmósfera y quema 1.500 millones de pies cúbicos de gas por día, equivalente al consumo de países medianos, lo que es catastrófico tanto desde el punto de vista económico como ambiental”.
“El mundo debe reducir radicalmente el uso de combustibles fósiles en los próximos años y la UE está haciendo los deberes en este sentido. Sin embargo, a corto plazo, obviamente tendría sentido usar este gas venezolano para reemplazar el gas ruso en Europa”, sostuvo.
La importancia del proceso de negociación entre el chavismo y la oposición
En este punto, Borrell hizo un resumen de las conversaciones que comenzaron en Ciudad de México hace dos años e insistió en la necesidad de reimpulsarlas. “Es urgente llegar a un acuerdo para celebrar elecciones libres, justas e inclusivas para los próximos comicios presidenciales y legislativos previstos en 2024″, subrayó.
Y continuó: “Nuestra Misión de Observación Electoral de 2021 hizo recomendaciones para garantizar un proceso electoral transparente en línea con los estándares internacionales. La implementación de estas recomendaciones ayudaría a asegurar las elecciones del próximo año”.
“Si estas elecciones no se llevan a cabo en condiciones en que sus resultados puedan ser reconocidos por el pueblo venezolano y la comunidad internacional, significaría que la crisis política que comenzó en 2015 se extenderá por otros cinco años. Y ni el pueblo venezolano ni sus vecinos lo soportarían. Por lo tanto, la comunidad internacional debe hacer todo lo posible para que el gobierno venezolano y la Plataforma Unitaria lleguen a un acuerdo sobre este tema rápidamente. La comunidad internacional también debe estar lista, y sobre todo coordinada, para apoyar este acuerdo cuando se logre”, destacó.
Respecto a la conferencia internacional que se desarrolló el pasado martes en Bogotá, indicó que la inicitiva del presidente colombiano, Gustavo Petro —de tratar de reactivar el proceso de negociación— “tiene sentido y es bienvenida. Es la primera vez que un país de la región organiza un evento internacional para ayudar a Venezuela a salir de su crisis. Con la elección de los presidentes Petro en Colombia, Boric en Chile y Lula en Brasil, y la reciente reapertura de fronteras y restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Colombia, Brasil y Venezuela, el contexto regional se ha vuelto más propicio para un diálogo constructivo con Caracas”, afirmó.
Luego sostuvo que “se requieren compromisos urgentes, genuinos y recíprocos de todos los actores involucrados. Todos los actores deben hacer su parte con compromisos difíciles, pero necesarios, para lograr la reinstitucionalización de Venezuela y el bienestar del pueblo venezolano”.
El rol de la Unión Europea
Borrell volvió a recordar que el bloque está dispuesto a “hacer su parte, apoyando los avances de la mesa de diálogo en México a través de sus instrumentos diplomáticos y de cooperación. Si hay pasos genuinos hacia elecciones libres y justas en Venezuela, también estamos listos para revisar nuestras sanciones, que están dirigidas exclusivamente a los responsables de actuar en contra de los derechos humanos fundamentales, y no apuntar a la economía y al pueblo venezolano común”, enfatizó.
También narró que en Bogotá mantuvo reuniones con Jon Finer, Consejero Adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos; y con el senador Chris Dodd, Consejero Especial Presidencial para las Américas, para discutir las sanciones. “Estados Unidos es, en efecto, uno de los principales actores extranjeros y su contribución es fundamental para salir del punto muerto actual. El representante estadounidense anunció durante la conferencia que su país está dispuesto a comprometerse con el gobierno venezolano”, destacó.
Otro de los encuestros que sostuvo fue con Celso Amorim, asesor especial del presidente brasileño Lula. “Intercambiamos puntos de vista sobre Venezuela, por supuesto, pero también sobre la guerra de agresión contra Ucrania luego de los comentarios de Lula sobre este tema en los últimos días. Saludé los votos de Brasil en contra de esta agresión en las Naciones Unidas y todos los europeos quieren, por supuesto, la paz, al igual que el presidente Lula”, detalló.
Por último, analizó que la conferencia de Bogotá “no supuso un gran avance en el complejo tema venezolano, pero marcó el comienzo de un esfuerzo coordinado de un grupo de 20 países para reactivar el proceso de negociación liderado por Venezuela. La mayor parte del trabajo ahora tendrá lugar entre bastidores, como es necesario para cualquier diplomacia eficaz”.
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