Europa se enfrenta al desafío de la desglobalización, afirmó este viernes la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, durante su intervención en el Congreso Bancario Europeo en Fráncfort (Alemania).
La alta funcionaria declaró que «hay cada vez más indicios de que la economía global se fragmenta en bloques competidores». «Mientras aparezcan nuevas barreras comerciales, necesitaremos reevaluar las cadenas de suministro e invertir en nuevas que sean más seguras, más eficaces y estén más cerca de nosotros», defendió.
En este contexto, Lagarde destacó que el nivel de integración financiera de la Unión Europea es ahora más bajo que antes de la crisis financiera. Además, «los gobiernos tienen los niveles de deuda más altos desde la II Guerra Mundial, y los fondos de recuperación europea terminarán en 2026», agregó.
Para lidiar con esta situación, la UE debe «devolver la unión de mercados de capital a la pista», argumentó. Según la funcionaria, actualmente las empresas europeas que quieren llevar a cabo la digitalización o descarbonización, así como las compañías del sector de tecnologías innovadoras, no tienen pleno acceso a la financiación que necesitan.
A finales de octubre, la directora general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, advirtió que la economía global está mostrando signos de fragmentación, lo que podría ser «muy costoso» para la comunidad internacional. La OMC estimó que si el mundo se disocia en dos bloques comerciales, el producto interno bruto global caería un 5 % en el largo plazo.
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