Este viernes, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la tasa de desocupación en Chile se ubicó en 8,8% durante el trimestre móvil comprendido entre enero y marzo de 2023, concretando de esta forma su segundo incremento consecutivo.

Con esto, la tasa alcanzó su mayor nivel desde julio de 2021, cuando se ubicó en 8,9% .

En base a los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) que elabora el ente estadístico, la cifra significó un aumento de 1,0 puntos porcentuales (pp.) en doce meses -el quinto incremento anual después de continuas disminuciones desde marzo-mayo 2021-, dado que el alza de la fuerza de trabajo (3,5%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,4%).

En ese sentido, se registraron 24 mil personas ocupadas menos respecto al trimestre inmediatamente anterior.

Por su parte, las personas desocupadas se expandieron 16,9%, incididas por quienes se encontraban cesantes (20,3%).

En ese sentido, Leonardo González, subdirector técnico del INE, indicó que desde el peor momento de la pandemia se ha recuperado el 99,3% de las ocupaciones (1.840.409 con ajsute estacional), y que aún restan por recuperar 13.358 ocupaciones.

Por otro lado, las tasas de participación y de ocupación continuaron aumentando (aunque a un menor ritmo) y se situaron en 61,0% y 55,7%, creciendo 1,5 pp. y 0,8 pp., respectivamente. Por otro lado, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 2,8%.

En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,5%, aumentando 0,8 pp. en doce meses, en tanto que las tasas de participación y ocupación se situaron en 51,1% y 46,3%, avanzando 1,9 pp. y 1,4 pp., en cada caso.

Mientras que en los hombres, la tasa de desocupación fue 8,3%, con un alza de 1,1 pp., mientras que las tasas de participación y ocupación se ubicaron en 71,4% y 65,4%, creciendo 1,1 pp. y 0,1 pp., respectivamente.

Alza de personas ocupadas

El alza de las personas ocupadas fue incidida tanto por las mujeres (4,0%) como por los hombres (1,2%). Los sectores que contribuyeron al aumento fueron actividades de salud (8,5%), agricultura y pesca (5,2%) y enseñanza (3,9%), mientras que los sectores que presentaron los principales descensos fueron construcción (-5,5%) y hogares como empleadores (-4,9%).

Por categoría ocupacional incidieron positivamente las personas asalariadas formales (1,9%), las trabajadoras por cuenta propia (3,7%) y las personas asalariadas informales (4,0%).

Informalidad

La tasa de ocupación informal se ubicó en 27,4%, aumentando 0,1 pp. en doce meses. Las personas ocupadas informales crecieron 3,1%, incididas solo por las mujeres (9,1%), ya que los hombres disminuyeron 1,4%.

La tasa de desocupación ajustada estacionalmente -que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural- se situó en 8,5%, sin presentar variación respecto al trimestre móvil anterior.

En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 2,3%, en tanto que el promedio de horas trabajadas llegó a 36,7 horas.

La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 16,7%, con un alza de 1,0 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,5% y en las mujeres, en 19,4%. La brecha de género fue 4,9 pp.

En la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre en análisis alcanzó 10,1%, aumentando 1,4 pp. en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (3,1%) fue mayor al incremento de las personas ocupadas (1,5%). Las personas desocupadas crecieron 20,3%, incididas principalmente por quienes se encontraban cesantes.

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