”Primero, quiero decir que como autoridades comprometidas con la seguridad, nos preocupa que exista tanto seguimiento de canciones que promueven la cultura narco, y que muchas veces promueven una visión bastante despectiva hacia las mujeres y reproducen paradigmas muy discriminatorios”.
Esas fueron las palabras de la ministra del Interior, Carolina Tohá, el jueves 11 de enero, al ser consultada en el Congreso respecto a la participación del cantante urbano mexicano Peso Pluma, quien empezó a ser cuestionado por el contenido de la letras de sus canciones.
Y agregó: “Nos preocupa independiente del Festival de Viña. El Festival y Viña y todo evento tiene la libertad de invitar a artistas o no invitarlos. Cuando no se invita, no es que se esté censurando. Cuando se invita se le quiere promover, y hay artistas que a veces uno no quiere promover, particularmente si promueven la cultura narco”.
La intervención de la jefa del gabinete no pasó inadvertida entre los equipos de gobierno. Esa fue la primera aproximación más política del Ejecutivo a un tema que, según reconocen en el oficialismo, los terminó complicando y abriendo un flanco.
El debate se originó tras la publicación de la columna de opinión de Alberto Mayol, quien en radio Biobío cuestionó la participación del artista.
Hasta la intervención de Tohá, el problema estaba radicado en los organizadores del festival; sin embargo, ahora se transformó en un problema político, ya que autoridades de gobierno han tenido que seguir dando explicaciones.
El hecho de que Tohá criticara la participación del cantante, dicen en el sector, terminó poniendo al gobierno en una situación compleja debido a las señales que deben entregar en materia de seguridad, pero que terminaron poniendo en jaque la libertad de expresión.
Por lo mismo, el asunto, según reconocen, es difícil de enfrentar.
El ministro de Justicia, Luis Cordero, el mismo día en que habló Tohá, también se refirió a la polémica y, en la misma línea que la titular del Interior, cuestionó la participación de cantante. “Creo que no hay que ensalzar aquel estilo o cultura que, en el fondo, lo que promueve es una cierta forma de entender la sociedad infringiendo la ley”, dijo en la ocasión.
En tanto, en los días siguientes la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo, intentó marginarse del debate y aseguró que “se han manifestado los incumbentes y es importante respetarlo”, mientras que el directorio de TVN, a través de Francisco Vidal (PPD) -quien fue nombrado hace algunas semanas por el Presidente Gabriel Boric como el presidente del directorio-, tomó cartas en el asunto.
Y ayer el canal, a través de un comunicado, pidió a la comisión organizadora de Viña “cancelar la invitación formulada” a Peso Pluma.
Así, en el gobierno dicen que están haciendo un seguimiento de la discusión, pero admiten que es una materia incómoda, ya que, agregan, nadie quiere “censurar” la participación del artista, pero no pueden decir otra cosa porque habrá un cuestionamiento público.
Hasta ahora el asunto no se ha discutido en una reunión formal del comité político, pero sí ha sido motivo de conversación entre los ministros que integran ese espacio, por ejemplo, entre Tohá y la vocera de Gobierno, Camila Vallejo.
De hecho, la titular de la Segegob hoy abordó el tema y marcó un matiz con los otros secretarios de Estado y aseguró que “la censura es compleja porque sabemos dónde empieza, pero no sabemos dónde termina”.
Y añadió: “Nosotros hemos dicho que si bien estamos de acuerdo con que no es bueno incentivar o promover la narcocultura, no estamos de acuerdo con la censura, y esa es la posición del Ejecutivo en esta materia”.
El tema también rebotó con fuerza en el Frente Amplio, particularmente en RD, colectividad en la que milita la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, a quien la oposición empezó a cuestionar duramente por su rol en la organización del evento.
De hecho, la UDI presentó ayer una denuncia en el Ministerio Público contra la jefa comunal, invocando la Ley 20.000, argumentando que el cantante hace apología al narcotráfico.
La polémica además molesta a RD, porque acusan que sectores del propio oficialismo contribuyeron a poner en una posición compleja a Ripamonti.
En ese sentido, el diputado Jorge Brito apuntó sus dardos contra Francisco Vidal.
“Esta querella (de senadores de la UDI contra Ripamonti) no va a prosperar pues está fundada en hechos que ni siquiera han ocurrido, y lamentamos que el presidente del directorio de TVN se preste para este show porque ellos en su calidad de realizadores del festival debiesen haber coordinado con Canal 13 y la productora antes de emitir un comunicado de estas características”, dijo este miércoles el diputado de RD.
Su postura es compartida en la interna de la bancada del partido. De hecho, el diputado Jaime Sáez publicó en su cuenta de “X” que la querella de la UDI es “un descarado aprovechamiento político en año electoral, pretenden hacer responsable a una alcaldesa de una decisión que toman canales de televisión y una productora”.
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