Nuevos datos de una base de datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, su sigal en inglés) de EE.UU. muestran un posible vínculo con el riesgo de accidente cerebrovascular para los adultos mayores que recibieron una actualización de la vacuna bivalente de Pfizer /BioNTech para el Covid-19, pese a que la señal es más débil de lo que la agencia había señalado a principios de enero, dijeron funcionarios de salud.
Los funcionarios de la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA, su sigla en inglés) dijeron que no habían detectado un vínculo entre las inyecciones y los accidentes cerebrovasculares en otras dos bases de datos de monitoreo de seguridad.
Los nuevos datos se presentaron en una reunión de expertos externos que asesoran a la FDA sobre políticas de vacunas.
A principios de este mes, los funcionarios de salud de EE.UU. dijeron que habían detectado el posible vínculo con los accidentes cerebrovasculares isquémicos en personas mayores de 65 años que recibieron las vacunas de refuerzo más nuevas en su base de datos Vaccine Safety Datalink (VSD). Dijeron en ese momento que era muy poco probable que representara un riesgo clínico real.
La Dra. Nicola Klein, de la empresa de atención médica Kaiser Permanente, que mantiene los datos de VSD para los CDC, dijo que la tasa de accidentes cerebrovasculares observados en la base de datos se había reducido en las últimas semanas, pero que la señal aún era estadísticamente significativa, lo que significa que probablemente no sea por casualidad.
La mayoría de los casos confirmados también recibieron una vacuna contra la influenza al mismo tiempo, lo que podría ser un factor, dijo.
El científico de la FDA, Richard Forshee, dijo que la agencia planea estudiar si existe un mayor riesgo de accidente cerebrovascular al recibir las dos inyecciones al mismo tiempo.
Ambas agencias aún recomiendan que los adultos mayores reciban las vacunas de refuerzo, ahora adaptadas para apuntar a las variantes de Ómicron, así como al coronavirus original.
El Dr. Walid Gellad, profesor de medicina en la Universidad de Pittsburgh, dijo que el tema requiere más investigación.
“A veces las señales no son claras”, dijo Gellad en un correo electrónico. “Tiene sentido investigarlo más, y no tiene sentido cambiar la práctica dados los beneficios conocidos (de recibir el refuerzo) en este grupo de edad”.
Chile fue el primer país de Latinoamérica en tener la vacuna bivalente del laboratorio Pfizer-BioNTech. El primer envío de vacunas incluyó 334.800 dosis, que comenzaron a aplicar primeramente solo para la población de riesgo.
Se trata de una vacuna que combina la información del código de ARN de la cepa original de Covid-19 y se le agrega la información de ARN de la proteína de la variante Ómicron, que determina el término bivalente, porque se están usando dos codificaciones, la del virus original y la de la variante Ómicron, que se ha convertido en la variante de mayor circulación en el mundo.
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