El Barómetro de la Economía Chilena elaborado por el Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Andrés Bello (Unab), reporta una recuperación de la situación económica del país en marzo, luego del complejo escenario al que se enfrento el país durante los dos primeros meses del 2024, donde la economía se vio negativa y frágil.

El indicador posiciona una serie de variables entre los cuadrantes “bien y mejorando”, “bien pero empeorando”, “mal pero mejorando” y “mal y empeorando”. Con esto en consideración, el instituto expuso que la situación actual durante el mes “no se mueve hacia un escenario negativo como sucedió en los meses anteriores, manteniéndose y posicionándose con más fuerza en el cuadrante “bien y mejorando””.

Lo anterior ha generando expectativas de una economía más saludable que en los primeros meses del año, según sostuvo la Unab.

En concreto, los tres subíndices que componen el índice Económico IPP Unab, se posicionaron en terreno positivo. De hecho, el mejor de los cuadrantes (bien y mejorando) concentró el mayor número de variables, con el 38% de ellas, correspondientes al IMACEC, la incertidumbre económica, el precio del cobre, la participación laboral, el saldo de cuentas corrientes y depósitos a plazo, el spread soberano, el IPSA, la participación laboral femenina y la tasa promedio de créditos de consumo.

Por el lado contrario, el cuadrante que representa una situación más pesimista (mal y empeorando) sólo posicionó una de las variables: el dólar. Este espacio pasó de contemplar el 17% de los factores que considera el índice, a apenas un 4%.

En el cuadrante “bien, pero empeorando” consideró el 25% de las variables, entre las cuales se incluye la inflación, las remuneraciones reales, la deuda neta del gobierno central, los deudores morosos, la inversión extranjera directa y la tasa de informalidad. En tanto, en el cuadrante “mal, pero mejorando”, con el 33% de las variables, se ubicaron el desempleo, la tasa de créditos hipotecarios, la confianza empresarial y de los consumidores, la creación de empleos, las exportaciones, la tasa de ocupación y el índice de avisos laborales de internet.

Desempeño por subíndice

La institución detalló que el subíndice de situación macroeconómica presentó una mejora considerable en relación a la medición de febrero, pasando de posicionarse en el sector negativo del gráfico, al positivo. Este desempeño se explica porque la mayoría de las variables que lo componen que movieron en dicha dirección.

Así, el Imacec de enero, con un crecimiento de 2,5% anual en enero de 2024, en conjunto al precio del cobre que alcanzó los US$4,06 la libra sobre el promedio de los 3 meses anteriores, pasaron a ubicarse en el cuadrante “bien y mejorando”.

Por otro lado, desde la Unab enfatizaron en que si bien estas variables, además de la deuda neta del gobierno central, contribuyen a un escenario positivo, el valor del dólar empuja en sentido contrario, alcanzando altos niveles en lo que va del mes. “Lo anterior ha generado incluso dudas en si el Banco Central debiese o no intervenir y en cómo este aumento del tipo de cambio tendrá efectos en la inflación en Chile. Si bien la noticia del crecimiento anual del PIB de 0,2% anual en 2023 permiten controlar levemente el valor del tipo de cambio, el diferencial de tasas y las expectativas que sustentan la depreciación del peso chileno se mantienen y suponen que este podría durar más de lo esperado”, explica el instituto.

El subíndice de expectativas, en cambio, no tuvo ningún cambio de cuadrante, manteniéndose en “bien y mejorando”, empujado por el índice de incertidumbre económica y el spread soberano que se mantuvieron estables. Tirando en dirección contraria, la confianza empresarial y de lo consumidores se mantuvieron en escenarios pesimistas.

El IPSA, en tanto, presentó una pequeña mejoría alcanzando el 12 de marzo un máximo histórico de 6.502,18 puntos, por “expectativas respecto a un recorte de tasas por parte del Banco Central, lo que permitiría incentivar y acelerar la actividad económica y el consumo”, sostuvo la Unab.

Por último el subíndice de situación de los consumidores, si bien se mantuvo en un área positiva, disminuyó su valor, debido a dos variables que pasaron de “bien y mejorando” a “bien pero empeorando”. Estos son la inflación y las remuneraciones reales.

De esta forma, el informe de la Unab concluye que “el escenario reflejado por el informe de Cuentas Nacionales y el diagnóstico del Barómetro muestran un panorama donde, si bien la economía no se encuentra en un estado negativo, la desaceleración económica que se ha evidenciado en el país pone presión en cuáles serán las medidas a nivel nacional, gubernamental y político que permitirán una reactivación de la producción, de la competitividad del país y de las posibilidades de consumo de los hogares, para romper la tendencia de una economía cada vez más lenta y menos próspera”, finaliza.

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