El gobierno australiano investiga un supuesto ciberataque masivo a Ticketmastes, luego de que un grupo de ciberpiratas se adjudicara el ataque que habría implicado el robo de datos de más de 560 millones de clientes de la empresa de venta de entrada a nivel mundial.

El grupo, llamado ShinyHunters, dijo en un foro en línea que los datos robados incluyen los nombres, las direcciones, los números de teléfono y detalles parciales de las tarjetas de crédito de los clientes de la plataforma.

Los cibercriminales ofrecen los datos por una «venta única» de US$500.000, afirman en su publicación.

«La Oficina Nacional de Ciberseguridad trabaja con Ticketmaster para entender el incidente», dijo un vocero del gobierno australiano en un comunicado. Este vocero invitó a los clientes con «peticiones específicas» a ponerse en contacto directamente con la empresa.

Un portavoz de la embajada estadounidense en Australia dijo a la AFP que el FBI había ofrecido ayuda a las autoridades de este país. ShinyHunters saltó a la palestra entre 2020 y 2021 al ofrecer una amplia cantidad de datos de clientes de más de 60 empresas, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

En enero, un tribunal estadounidense en Seattle decretó tres años de prisión para el ciberpirata francés Sebastien Raoult, miembro de este grupo, y una sanción de más de US$5 millones.

Los fiscales estadounidenses alegan que los extensos ataques del grupo provocaron pérdidas de millones de dólares a las empresas y «pérdidas adicionales incalculables» para millones de individuos cuyos datos fueron robados y vendidos a otros grupos criminales.

La empresa californiana Ticketmaster opera una de las mayores plataformas de venta de entradas del mundo. El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una denuncia la semana pasada contra Ticketmaster y Live Nation por presunto monopolio en la industria musical.

La política de precios de Ticketmaster, que suele añadir altas tasas al coste de la entrada, y la falta de alternativas son desde hace tiempo un asunto de debate político en Estados Unidos, aunque se ha hecho poco para abrir el mercado a otros competidores.

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