La inteligencia artificial apareció como un mecanismo para todos a finales de 2022. ChatGPT de OpenAI ha cambiado por completo la forma en que vemos la tecnología. La propia existencia de este sistema nos hace preguntarnos si en algún momento las máquinas podrán superar a los humanos y apoderarse de la Tierra.
Para que eso suceda se necesita, en primer lugar, llegar a un paso que todavía se encuentra lejos: la consciencia de las máquinas. Un robot, por muy independiente o autónomo que sea, no es un ser consciente. Necesita de un humano que lo manipule para que realice diferentes tareas.
Y aunque las haga de manera individual, en realidad la máquina no es consciente de la tarea que está realizando. ¿Es posible que una inteligencia artificial alcance un grado de consciencia? Hay científicos que piensan que sí, pero realmente se está muy lejos de lograrlo.
La informática de las máquinas conscientes
Una reseña de Bio Bio cita un estudio en el que se explica que para que una máquina logre ser consciente de algo, es necesario contar con un sistema que pueda procesar la información seleccionando parte de ella para que esté disponible de manera global y que evalúe, aprenda y rectifique en función de la experiencia.
Los sistemas computacionales actuales no recogen estas características. Aparte carecen de una mente y un organismo vivo capaz de construir representaciones sensoriales tanto del entorno como del estado interno de su propio organismo.
¿Qué tan lejos estamos?
Los científicos explican que el problema que hay es que los humanos no somos conscientes de lo que no somos conscientes. Sí, suena redundante, pero esa frase es una muestra de que la consciencia es un concepto todavía muy complejo que no podemos explicar de manera sencilla, como una fórmula matemática o el proceso de crecimiento de un árbol.
Entonces, al no podérnoslo explicar a nosotros mismos, no podemos incorporarlo en una máquina.
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