“Somos una empresa joven, con proyectos tecnológicos retadores”. “Estamos asumiendo nuevos retos y el principal será exportar nuestro modelo a Portugal y a países americanos como Panamá y Chile. En América, Petroprix se enfrentará al cambio cultural del autoservicio en gasolineras, ya que actualmente en estos países se sigue utilizando el servicio convencional de repostaje”.
Estos son solo algunos de los mensajes que en redes sociales ha enviado en el último tiempo Petroprix, un grupo de origen español que está buscando aterrizar en el movido mercado chileno de distribución minorista de combustibles.
Uno que este año ya se ha visto bastante agitado con la llegada de la gigante saudi Aramco, tras comprar la red Esmax, pero que ahora podría sumar a este nuevo actor hispano que -según ha ido dejando huella a través de diversos registros de lobby-, prevé aterrizar en el país con un modelo de negocios distinto, incluso instalando operaciones desde cero, si bien no descartan la compra o el “reciclaje” de bencineras que, por ejemplo, han cerrado post 18 de octubre de 2019 y que ven factible recuperar.
Según información oficial de su LinkedIn, el grupo Petroprix tiene sedes en Jaén y Sevilla -en Andalucía-, además de Barcelona y Madrid. Con unos 200 empleados, es un conjunto de compañías, entre las que se cuentan Petroprix Energía, que explota una red de gasolineras en toda España; Ingeniería Avanzada Solar, de explotación de parques fotovoltaicos; Hello Insurance Group, en la industria de comercialización de seguros automotrices; y Wipay, que es un área en “proceso de lanzamiento” de medios de pago.
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