La película Terminator de James Cameron y sus posteriores secuelas mostraron un mundo apocalíptico, donde una inteligencia artificial (IA) llamada Skynet, se rebela ante los humanos y decide exterminar a toda la especie sin piedad.

Este escenario se ha hecho más probable y no tanto ficcional con el avance de la la IA GPT-4 de OpenAI, que por primera vez superó el test de Turing, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en San Diego.

Este hecho marca un punto trascendental en la evolución de las tecnologías de procesamiento de lenguaje natural y levanta nuevas preguntas sobre las futuras interacciones entre humanos y máquinas, sobre si estás pueden rebelarse como pasó en Terminator.

Cómo la inteligencia artificial superó al ser humano

En el marco del experimento, se solicitó a 500 personas que mantuvieran conversaciones de hasta cinco minutos con varios interlocutores, entre ellos humanos y tres programas de inteligencia artificial.

Los modelos utilizados fueron GPT-3.5, GPT-4 y ELIZA, este último siendo uno de los primeros programas de procesamiento de lenguaje natural, desarrollado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts en la década de 1960.

Los participantes, divididos aleatoriamente en distintos grupos, usaron una aplicación de mensajería determinada y al final de la interacción emitieron su juicio sobre si habían charlado con una persona o una IA.

Los resultados revelaron que un 54% de los participantes no fue capaz de distinguir entre GPT-4 y un ser humano, lo que permitió a GPT-4 superar el test de Turing.

Este test, propuesto por Alan Turing en 1950, ha sido un referente en la evaluación del comportamiento inteligente de las máquinas, aunque también ha generado debates sobre la verdadera comprensión y creatividad de las IA.

Qué implicaciones tiene que la IA se comporte como un humano

Los hallazgos de este experimento fueron publicados en arXiv, una plataforma de libre acceso para manuscritos científicos. En el artículo, los investigadores resaltaron las potenciales implicaciones económicas y sociales de este logro.

Enfatizaron que la capacidad de GPT-4 para convencer a los humanos podría permitir que estos sistemas realicen funciones tradicionalmente reservadas para seres humanos, lo que a su vez podría al reemplazo de puestos de trabajo y debilitamiento de las interacciones sociales.

Asimismo, a pesar del hallazgo, los científicos alertan sobre las limitaciones del test de Turing, argumentando que los factores estilísticos y socioemocionales juegan un papel crucial en su superación.

Si bien Turing predijo que hacia finales del siglo XX las máquinas podrían jugar el “juego de la imitación” con tal habilidad que los interrogadores humanos no podrían distinguirlas de otros seres humanos, el hecho de superar el test no necesariamente implica que las máquinas posean verdadera comprensión o creatividad.

Qué riesgos hay en que la IA supere en todo al ser humano

Los modelos actuales de IA, incluyendo GPT-4, pueden ser extremadamente convincentes en determinadas tareas, pero aún no demuestran una verdadera comprensión del mundo a nivel humano.

Además, las implicaciones éticas y los usos potencialmente dañinos de esta tecnología deben ser examinados más a fondo. Los investigadores advierten sobre la posibilidad de que estas IA sean utilizadas para engañar al público, lo que podría tener profundas repercusiones en la sociedad.

Por ejemplo, en el ámbito de la atención al cliente, las IA avanzadas podrían reemplazar a trabajadores humanos, desencadenando debates sobre el desempleo y la ética del uso de máquinas en roles que requieren un toque humano.

Del mismo modo, la capacidad de las IA para socializar creíbles conversaciones podría ser empleada en campañas de desinformación o desprestigio, generando contenido falso o propaganda política sin que los usuarios sean conscientes de que están interactuando con una máquina.

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