La segunda vuelta de las elecciones extraordinarias a la Asamblea Nacional de Francia se celebrará el 7 de julio y determinará si las fuerzas de extrema derecha de la Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), lideradas por Marine Le Pen y Jordan Bardella, obtienen la mayoría absoluta en el Legislativo después de su histórica victoria en la primera vuelta, cuando se hizo con el 33,1 % de los votos, seguida por la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular, con el 28 %, y dejando en el tercer puesto la coalición Juntos, del presidente Emmanuel Macron, con el 20 %.
Como resultado de la jornada electoral del pasado domingo fueron asignados 76 escaños de los 577 existentes, entre ellos, 32 para el Nuevo Frente Popular y 39 para Agrupación Nacional, según los datos del Ministerio del Interior. La lucha por los restantes 501 asientos en la Asamblea Nacional se desarrollará en un contexto de retirada de los candidatos de izquierda y de macronistas que quedaron en tercer lugar en la primera vuelta y se clasificaron para la segunda.
El presidente francés hizo un llamamiento a la unidad contra la extrema derecha casi inmediatamente después de conocerse los primeros resultados de la votación. En la misma línea se pronunció el líder de la coalición presidencial, el actual primer ministro, Gabriel Attal.
Tanto el partido presidencial como las fuerzas de izquierda se vieron obligados a hacer pasos estratégicos ante la situación, en la que Francia está muy cerca de formar por primera vez un gobierno de extrema derecha. En un intento de evitarlo, este martes unos 190 candidatos del Nuevo Frente Popular y de Renacimiento se retiraron con fin de apoyar a los candidatos más exitosos en sus correspondientes distritos, mientras que otros aún tienen hasta a las 18.00 (hora local) de este martes para adoptar la misma medida con el fin de contrarrestar a la Agrupación Nacional.
¿Qué pasaría si RN obtiene la mayoría absoluta?
Si en la segunda vuelta la Agrupación Nacional consigue más de 289 escaños de 577, esto le garantizaría la mayoría absoluta parlamentaria y su líder formal, Jordan Bardella, se convertiría en el primer ministro de Francia.
Por su parte, Macron ya anunció, en respuesta a la aplastante victoria de Agrupación Nacional en las elecciones europeas, que no dimitiría sea cual sea el resultado de las legislativas en Francia, así que, hasta mayo de 2027, cuando finaliza su mandato, tendría que gobernar en una situación de cohabitación con un primer ministro de extrema derecha. Eso, si no decide disolver la Asamblea Nacional nuevamente, algo que podría hacer solo un año después de la celebración de las elecciones legislativas.
Otro posible escenario
Si la segunda vuelta no determina a un ganador claro en Francia, se haría «realidad» el riesgo de bloqueo institucional, explica Le Monde. Ya que los tres principales bloques se enfrentaron durante la campaña, es poco probable que se pongan de acuerdo para formar una coalición que obtenga la mayoría absoluta, señala el medio.
Sin una mayoría absoluta, nada impide formalmente que se nombre un primer ministro, al menos temporalmente. No obstante, este encabezaría un gobierno «frágil y minoritario», con dificultades para gobernar, gestionar los asuntos actuales y aprobar leyes, indica el diario, destacando que el primer gran problema surgiría ya el próximo otoño, durante la votación del presupuesto.
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