Pocos saben que parte de las avellanas con las que se fabrica la mundialmente conocida pasta de cacao Nutella, proceden de Chile, así como las de los bombones Ferrero Rocher.

Y eso que el dueño de estas marcas, el grupo italiano Ferrero, está presente en Chile desde hace 33 años. En 1991 se instaló a través de su filial AgriChile para asegurarse contar con producción y abastecimiento de avellanas en toda época del año. Hoy, esos frutos chilenos van a Italia, Brasil y Estados Unidos para la producción de sus conocidos dulces.

Chile es clave en la producción mundial del conglomerado, fundado en 1946 en la ciudad de Alba, en el Piamonte italiano, y que además produce los chocolates Kinder y los masticables TicTac. En efecto, Ferrero posee cuatro empresas agrícolas en Argentina, Georgia, Serbia y Chile. Y siete plantas de procesamiento de avellanas en Italia, Turquía y Chile. Ferrero Hazelnut Company, la división del grupo destinada a la producción de avellanas, emplea a 3 mil personas en el mundo, de las cuales 1.000 son de Chile.

Hasta ahora, Ferrero ha invertido en su inversión chilena del orden de los US$330 millones. La última apuesta fuerte fue la del año pasado, cuando puso US$75 millones para levantar una segunda planta de procesamiento de descascarado de avellanas en San Gregorio, comuna de Ñiquén, Región del Ñuble. La primera se inauguró en 2015 en Camarico, comuna de Río Claro, en Maule.

“En línea con el crecimiento sostenido en la producción y exportación de avellanas en Chile, la planta (del Ñuble) permitirá duplicar la producción actual. Es decir, tendrá una capacidad de 40.000 toneladas en cáscara”, dijo Eugenio Ulrici, gerente industrial de AgriChile, en un seminario de ChileAlimentos hace una semana.

La nueva fábrica responde al consistente crecimiento que ha exhibido el cultivo de avellano europeo en Chile, una de las producciones agrícolas que más se ha expandido en la zona centro-sur del país después de la cereza.

De hecho, hoy Chile es el cuarto mayor productor de avellanas del mundo, sólo superado por Turquía, Italia y Estados Unidos. En la temporada 2023-24, en Chile se produjeron 65 mil toneladas, con 44 mil hectáreas plantadas con avellano europeo. De ellas, Ferrero sólo posee 4 mil hectáreas entre la Región del Maule y La Araucanía, pues el resto de su abastecimiento proviene de 700 empresas agrícolas distribuidas entre esas regiones.

La apuesta de Ferrero, entonces, es que esta tendencia al alza se mantenga e incluso más que se duplique. Según sus proyecciones, las plantaciones de avellano llegarán a 67 mil hectáreas en 2031 y la producción del apetecido fruto alcanzará las 136 mil toneladas ese mismo año, un nivel productivo que dejaría al país como segundo en el mundo, pues superaría las actuales 115 mil toneladas de Italia, aunque lejos de Turquía que en la temporada pasada entregó 1,025 millones de toneladas.

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