Trabajé más de 20 años apagando incendios como piloto de helicópteros.
Nunca en todos esos años ví un verano que no cumpliera a la perfección el triángulo de fuego.
Combustible (baja humedad), viento, y elevadas temperaturas.
Todas nuestras épocas estivales son iguales, desde que llegaron los españoles (es decir, desde que hay registros).
Trabajé muchos años con Conaf, y nunca ví un incendio que fuera provocado por la naturaleza.
Quizás existan en otros hemisferios o continentes, pero acá no.
Todos son provocados por un mono (sub simio) que aprendió a utilizar un fósforo
En conclusión solo podemos identificar en Chile dos tipos: accidentales, e intencionales.
Los intencionales superan el 98%.
Siempre ha sido así.
Hace años atrás mientras apagaba un infierno en cuesta Barriga, un vehículo con monos a bordo, prendía fuego en diversos puntos, y al ser sorprendido por un brigadista en una motocicleta, intentaron atropellarlo.
Solicité autorización para detener al vehículo, y no me dejaron.
Pude tirarle encima un Bambi bucket con tres mil litros, pero no me dejaron, y los monos escaparon.
Ese es nuestro problema.
Estos malditos siempre se salen con la suya, y al final pagamos las consecuencias los que respetamos las reglas y leyes.
Hoy con muertos, miles de hectáreas quemadas, cientos de casas, flora y fauna nativa aniquilada, un daño ecológico irreparable, los responsables son enviados a sus casas con arraigo nacional.
Llevo tres o cuatro días en Linares sin ver el sol en pleno febrero, con un aire irrespirable, y se que esto puede prolongarse por semanas, porque todos están enfocados en el control de los incendios, pero nadie en apresar a los culpables de encender el fósforo.
No van a parar.
Como piloto les puedo decir responsablemente qué, cuando provocan incendios intencionales simultáneos cómo lo están haciendo, ningún medio es efectivo para combatirlo, porque se pierde completamente el control de quienes tienen esa responsabilidad, y los terroristas lo saben.
Veremos si algo se salva de este cobarde y homicida ataque.
Esa es la verdad …..y no hay otra.
Jorge Tejos Rodríguez