La economía en julio sumó un segundo mes estancada, incluso mostrando señales de empeoramiento, según reporta el Barómetro de la Economía Chilena del Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Andrés Bello. Con esto, se va perdiendo la mejora que mostró en los informes anteriores, con una preponderancia de movimientos negativos de las variables que considera.

El barómetro posiciona en un plano 24 indicadores económicos entre cuatro cuadrantes: bien y mejorando; bien pero empeorando; mal pero mejorando; y mal y empeorando. Durante este mes, la economía se posicionó en “bien, pero empeorando”.

“El Barómetro de la Economía Chilena muestra una economía que desde junio no ha logrado repuntar en sus indicadores, presentando un movimiento con leve fuerza hacia zonas de empeoramiento, aunque este no es significativo para el índice”, explican desde el IPP.

En detalle, el informe mostró que un 20,8% del total de indicadores se posicionaron en el cuadrante “bien y mejorando”. Estos son la incertidumbre económica, la creación de empleos, la tasa de ocupación, la tasa promedio de créditos de consumo, la confianza de los consumidores y deudores morosos.

Esto es una disminución considerable en comparación al mes anterior, cuando contuvo al 37,5% de las variables. La migración fue absorbida por el área “bien, pero empeorando” que pasó del 33,3% de los indicadores a 41,6%.

Las variables que se posicionaron en “bien, pero empeorando” fueron la inflación, las remuneraciones reales, la deuda neta del gobierno central, el IPSA, la participación laboral femenina, la inversión extranjera directa, el riesgo país, el precio del cobre, la tasa de ocupación y la participación laboral.

Por el lado negativo del plano, el cuadrante “mal, pero mejorando” congregó a apenas el 8,3% del total, es decir, sólo dos (una menos que el informe anterior): desempleo y el dólar.

Por último “mal y empeorando” posicionó el 29,1% de las variables, un alza versus el 16,7% del mes anterior. Durante julio los indicadores que se ubicaron en este área fueron la tasa promedio de créditos hipotecarios, el índice de avisos laborales de internet, la confianza empresarial, exportaciones, IMACEC, el saldo de cuentas corrientes y depósitos a plazo, y la tasa de informalidad laboral.

Los subíndices y sus cambios

El barómetro de la economía subdivide las variables en tres subíndices: expectativas, situación macroeconómica, y situación de los consumidores.

El primero de estos presentó tres cambios de cuadrante. Uno de estos fue positivo y correspondió a la confianza de los consumidores que pasó de “mal y empeorando” a “bien y mejorando”. Esta, junto a incertidumbre económica, fueron las variables que presionaron en mayor medida hacia el lado positivo del plano.

Los otros dos cambios fueron negativos. Mientras la confianza empresarial pasó de “mal pero mejorando” a “mal y empeorando”, el spread soberano pasó de “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”. Estas fueron las variables que empujaron con mayor fuerza hacia el lado negativo.

En el subíndice de situación macroeconómica se experimentaron dos cambios, ambos negativos. Por un lado, las exportaciones pasaron del mejor de los cuadrantes al peor, de “bien y mejorando” a “mal y empeorando”. Y por el otro, el precio del cobre se movió desde “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”.

Con esto, el subíndice pasó de “bien y mejorando” a “bien y empeorando”.

En la situación de los consumidores, se generaron cuatro cambios de cuadrantes, sólo uno de estos positivo, que correspondió a los deudores morosos pasando de “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”.

Dos de los movimientos negativos tuvieron relación con el mercado laboral: la participación laboral y la tasa de ocupación. Ambos pasaron de “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”. Finalmente el saldo de cuentas corrientes y depósitos a plazo pasó de “bien pero empeorando” a “mal y empeorando”.

El subíndice no cambió de cuadrante.

“La situación económica general si bien todavía no ha mostrado cambios altamente significativos, sí revela una tendencia de estancamiento que se mantiene constante y que no logra llegar a las expectativas, y que puede haberse visto influido por la mantención de altas tasas de interés y la situación inflacionaria internacional, como también el poco crecimiento de inversión del país, que generan un estancamiento de la economía”, dijeron desde el IPP.

“Algunos indicadores que se deberán mirar con cautela en los próximos meses son el aumento de precios de bienes esenciales como la luz y el transporte, y ver las repercusiones que tendrán ello en los indicadores de los meses que vienen”, concluyeron.

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