Nuestro país envejece a pasos agigantados, que duda cabe, sin embargo, no es fácil decir que esto se traduce en políticas públicas que consideren este factor, y permitir que los adultos mayores tengan una mejor calidad de vida, pensando en que la vejez es más duradera de lo que era hace varios años atrás.
Dicho lo anterior, es muy complejo abordar esta temática del envejecimiento de las personas, sobre todo en un país, donde la experiencia no es muy reconocida, peor aún, donde algunos jóvenes desprecian el conocimiento y la sabiduría de quienes van aclarando sus cabellos y cada cana representa no solo los años de vejez sino también el esfuerzo diario de haber construido mes a mes y año a año, un ahorro para cuando las fuerzas flaquean y los años van mostrando el envejecimiento inherente al ser humano.
Tenemos que tener presente, que el sistema previsional vigente en nuestro país, requiere mejoras sustentables no hay duda en ello, sin embargo, ello no puede significar que, si el gobierno nos quiere implementar un sistema deficiente o antiguo, obsoleto, añejo, que no va en sintonía de lo que la gente se manifestó en votaciones anteriores, no debemos aceptar soluciones que no mejorarán las actuales pensiones y menos las futuras.
La Pensión Garantizada Universal (PGU) sigue siendo el mayor aporte en materia previsional, se implementó en el gobierno del presidente Piñera, que empezó con un monto de $ 185.000, y hoy es de $ 214.296 mensuales, ha sido la política pública más importante, y que todas las personas valoran y este beneficio del estado, que se financia con impuestos generales, que todos contribuimos desde que compramos un kilo de pan, desde el más vulnerable hasta el más rico, es la manera más eficiente de cómo se debe ayudar a los adultos mayores desde los 65 años de edad.
Las personas mayores de 60 años de edad, están en una etapa en que les cuesta mucho conseguir un trabajo, por lo mismo, la informalidad aumenta, y por ello es que muchos adultos mayores, tienen periodos sin cotizar, esperando la edad legal para poder pensionarse. Los aportes del estado como la PGU, bonos adicionales, y otras ayudas, son a partir de los 65 años de edad y también va dependiendo la focalización y del registro social de hogares.
Cuando hablamos de un envejecimiento nos referimos al proceso de degradación natural que ocurre con todos nosotros con el paso del tiempo, que también va de la mano con la longevidad, es decir, el tiempo en que vivimos, por lo tanto, es algo inherente a todos nosotros. La vejez, es triste, solitaria, cara, es el equipaje de la vida, que nos recuerda que ese viaje termina y queremos disfrutar cada día, sin tener que ser carga para nuestros hijos y podamos tener una mejor pensión, después de haber dado lo mejor para nuestra familia y al país en su conjunto.
Margot Guerrero Bruner
Asesora Previsional
Corredor de Seguros