En línea con lo esperado por el mercado, el Banco Central acordó de manera unánime este martes reducir la tasa de interés en 25 puntos base, hasta 5%, con lo que se ubica en su menor nivel desde enero de 2022.
Pero el mensaje que envió esta vez el instituto emisor fue mucho más cauteloso respecto del futuro de su política monetaria que en las ocasiones anteriores, debido a que prendió alertas sobre una mayor presión inflacionaria de corto plazo. Ante ello, economistas consultados anticipan que habrá pausas en el recorte de tasas en los próximos meses.
¿Qué dijo el ente rector? Lo primero es que advirtió por la inflación: “El panorama inflacionario de corto plazo se ha tornado más desafiante producto de mayores presiones de costos, que, en el escenario central de proyección del Informe de Política Monetaria (Ipom) de diciembre, harán fluctuar la inflación en torno a 5% durante el primer semestre de 2025″.
No obstante, mencionó que “en el mediano plazo, la mayor debilidad de la demanda interna mitigaría las presiones inflacionarias. De este modo, de concretarse los supuestos del escenario central del Ipom de diciembre, la TPM (Tasa de Política Monetaria) seguirá una trayectoria decreciente en el horizonte de política”.
Pero sus alertas no se quedaron sólo en eso, sino que profundizó señalando que “el balance de riesgos para la inflación está sesgado al alza en el corto plazo, lo que releva la necesidad de cautela. Esto significa que el Consejo irá acumulando información respecto de la marcha de la economía para evaluar la oportunidad en que se reducirá la TPM en los próximos trimestres. El Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años”.
Sobre la inflación de noviembre, mencionó que la variación anual del IPC total y subyacente -IPC sin volátiles- se ubicó en 4,2% y 4%, respectivamente. “Estas cifras superaron lo previsto en el Ipom de septiembre, en especial en los componentes subyacentes, tanto de bienes como de servicios”, acotó.
En ese sentido, explicó que “la dinámica inflacionaria reciente ha estado influida por el aumento conjunto de varios factores de costos, entre los que destacan la depreciación del peso, mayores costos laborales y el aumento de las tarifas eléctricas. Respecto de las expectativas de inflación a dos años plazo, la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) y la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) se encuentran en torno a la meta de 3%”.
En cuanto a la actividad económica del tercer trimestre, el Banco Central señaló que “se ubicó en línea con lo anticipado en el Ipom de septiembre, aunque la demanda interna creció menos que lo previsto. Resaltó que “el consumo privado mostró un débil dinamismo en ese período, mientras que la inversión siguió dando cuenta de una importante diferencia entre el sector minero y el resto de la economía”.
Asimismo, mencionó que “la creación de empleo muestra un bajo desempeño, con una tasa de desempleo que se ubicó en 8,6% en el trimestre móvil finalizado en octubre, no obstante, los salarios aumentaron de forma relevante en los últimos meses. Las expectativas de consumidores y empresarios siguen en terreno pesimista”.
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