Moringa Ancestral encendió las alertas del Servicio Nacional del Consumidor ante la promesa de curar una enorme de enfermedades. El Sernac centró su atención al producto ante su falta de capacidad de demostrar cumplir con su promesa.

“Moringa sana más de 300 enfermedades (…) artritis, reuma, calambres, osteoporosis (…) dolores de espalda, dolores de sus pies, regulariza la diabetes y el colesterol”, dice la promesa de la empresa que motivó el accionar del Sernac.

Sernac

La empresa en cuestión es Gárate S.A, propiedad de Omar Gárate, quien comercializaba las cápsulas de “Moringa Ancestral. Grate fue conocido por comercializar, por la década de los 90, la “Pulsera de los 11 poderes”, una oferta similar que también impulsó el conductor de televisión Mario Kreutzberger o Don Francisco con su oferta de “Pulsera Óptima”.

“A todas luces, se podría catalogar como un producto milagro. Por esta razón, el Sernac presentó una denuncia en su contra”, explicó el organismo ante su acción contra Garate y su producto Moringa.

Ante esto, se presentó una denuncia infraccional ante el Segundo Juzgado de Policía Local de Estación Central, con el objetivo de que se puedan aplicar todas las sanciones correspondientes a la empresa Garate S.A.

Con la acción ante la justicia, el Sernac pidió la aplicación de máximas multas que llegan hasta las 2.250 UTM, es decir, más de $145 millones. El Sernac defendió la medida apelando a que en el caso estarían implicando daños a la salud de las personas consumidoras.

En detallle, el Sernac explicó que, la acción nace luego de que detectara “una serie de infracciones” por parte de esta empresa. A modo de ejemplo, el Sernac apuntó que, en relación al derecho a una información veraz y oportuna, que toma mayor relevancia al tratarse de publicidad, que, en este caso, induce a error o engaño a las y los consumidores.

“Moringa Ancestral se comercializa como un producto natural que y que no contaría con contraindicaciones médicas, según el proveedor. Sin embargo, la empresa no logró entregar antecedentes suficientes, tras un oficio emanado desde Sernac, para verificar estas propiedades, argumentando que lo publicitado fue elaborado solamente a raíz de publicaciones que fueron encontradas en diversos sitios web”, explicó.

El Sernac estimó que la empresa no cumplió con la obligación de comprobabilidad, ya que, “la normativa apunta a que las descripciones que se le atribuyen a los productos que se comercializan en el mercado, deben estar siempre sustentadas con hechos, datos o pruebas empíricas suficientes e idóneas”.

“Omar Garate, le atribuyó propiedades terapéuticas sin sustento científico, engañando a las y los consumidores que adquirieron la Moringa Ancestral”, explicó.

Ante este contexto, el Sernac solicitó el cese de la publicidad relativa al producto antes mencionado, cuestión que también fue solicitada por el Instituto de Salud Pública (ISP), según explicaron.

“Es importante que las y los consumidores evalúen críticamente la publicidad y no se dejen llevar por promesas que parecen “demasiado buenas para ser verdad”, agregó el Sernac, que también llamó a exigir sus derechos como consumidor ante “daños por un producto que no cumple con su promesa, o que no contaba con los permisos respectivos”.

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