La líder opositora venezolana, María Corina Machado, acusó al ex presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de haber colaborado en una “maniobra del régimen” de Nicolás Maduro que resultó en el exilio del abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, a Madrid.

Durante una entrevista con los medios locales Tal Cual, El Pitazo y Runrunes, transmitida por YouTube, Machado fue enfática al señalar el rol de Zapatero en lo que considera una operación de la dictadura chavista.

“No es verdad que (Zapatero) salvó a Edmundo, él vino a ser parte, o él operó como parte de una maniobra del régimen en contra de los venezolanos, y esto es gravísimo”, afirmó Machado, al tiempo que dejó claro que la salida de González Urrutia de Venezuela fue parte de un plan orquestado por Maduro y sus aliados.

Según la ex diputada, esta “operación grotesca, horrible” fue montada por el régimen con la participación de operadores tanto dentro como fuera del país.

Machado detalló que el exilio de González Urrutia, quien enfrentaba una orden de captura emitida por la justicia chavista, no fue una acción altruista promovida por Rodríguez Zapatero, sino una jugada política para desarticular al antichavismo.

“El señor Rodríguez Zapatero reconoció que estuvo involucrado, eso lo sabía y lo hablé con Edmundo”, sostuvo la líder opositora.

La salida de Edmundo González se efectuó tras una reunión con los principales líderes del régimen, Jorge y Delcy Rodríguez, en la residencia del embajador de España en Caracas.

En ese encuentro, al abanderado opositor firmó bajo coacción documentos clave antes de abandonar el país.

“Hemos estado en contacto permanente desde el 30 de julio. Él (González) me informó de su decisión pocas horas antes”, explicó Machado.

Subrayó que la salida de González estuvo marcada por presiones inusitadas.

“Cuando entendí todas las implicaciones y todo lo que le habían hecho, me escandalicé y no podía creer que estuviera pasando con esas personas involucradas”, afirmó.

Según la opositora, González Urrutia habría sido sometido a una presión significativa que lo llevó a tomar la decisión de marcharse del país.

“Después de ese encuentro sentí que fue objeto de un tipo de amenaza inimaginable para que tomara esa decisión”, añadió.

La líder antichavista también vinculó la situación de González con la creciente presión ejercida por funcionarios policiales sobre otros opositores, en particular aquellos refugiados en la embajada de Argentina en Caracas.

Afirmó que ambos procesos comenzaron al mismo tiempo, sugiriendo una coordinación entre estos incidentes y las acciones del régimen chavista.

“Es público y notorio, los dos procesos arrancaron simultáneos qué casualidad. Hay otros países involucrados en una operación escándalosa e inédita”, afirmó, haciendo referencia a lo que considera un ataque concertado contra la oposición venezolana.

Por último, Machado destacó que esta estrategia de Maduro se alinea con otras prácticas del régimen, que utiliza amenazas y presiones para someter a los disidentes políticos.

Zapatero, en su primer acto público desde las elecciones venezolanas, reiteró el martes en España que su posición en el país caribeño sigue siendo el diálogo y conseguir una solución pacífica a través de consensos, y esa tarea, para que sea útil -subrayó- “exige discreción”.

Sobre si facilitó la entrada de Delcy y Jorge Rodríguez, en la residencia del embajador español en Caracas, donde se vieron con González Urrutia, el ex presidente se limitó a señalar que impulsó “la solución que ha habido”.

Entretanto, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo este miércoles en la Asamblea General de la ONU que “es imperativo el respeto de la voluntad del pueblo venezolano” después de que el dictador Nicolás Maduro fuera proclamado vencedor en los comicios del 28 de julio en los que la oposición denuncia fraude.

La situación en Venezuela “es enormemente preocupante”, dijo Sánchez antes de “reiterar una vez más el compromiso inquebrantable de España con la democracia y la defensa de los derechos humanos” en Venezuela.

Sánchez condenó asimismo “cualquier detención o amenaza contra los líderes políticos”.

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