La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), abordó la mañana de este viernes la polémica que envuelve a la candidata de la oposición a la alcaldía de Las Condes, Marcela Cubillos (Ind.-exUDI), quien se posicionó en el ojo del huracán luego de que se diera a conocer que recibía un sueldo de $17 millones brutos mensuales en la Universidad San Sebastián (USS) por impartir clases y dirigir investigaciones que presuntamente no habría realizado.

La situación ha generado que varias voces del mundo político salgan a cuestionar la cifra que recibía la extitular de Educación. Bajo este marco, esta jornada la jefa comunal fue consultada por su opinión sobre el tema. Sin embargo, evitó referirse a la polémica y apuntó a que Chile pide “a gritos” que se pague y se ascienda por mérito y no por pitutos”.

“Me parece que Chile merece que nos preocupemos de los temas de fondo. Lo que hay detrás de muchas de las polémicas de estos días es que hay inequidad en Chile y eso duele, que se habla mucho de meritocracia, pero se practica poco. Que muchas veces existen faltas de probidad por parte de personas que ejercen el poder. Y que finalmente siempre está la sospecha de si una persona que ha llegado a un puesto o que ha merecido algún sueldo, o que ha tenido un ascenso o una destinación, ha accedido a ello por sus propios méritos, o más bien por la influencia que tiene y por las conexiones o los pitutos, como se le llaman, ya sean políticos, sociales o económicos”, dijo la alcaldesa en una actividad comunal.

En esa línea, agregó que “eso es lo que hay detrás y me parece que en Chile podemos escoger entre seguir observando escándalo tras escándalo, polémica tras polémica, o podemos decidir como país tratar de identificar cuáles son todos los problemas que existen”.

En ese sentido, la jefa comunal ejemplificó su postura señalando que “en el sector público todavía se accede demasiado, muchas veces sin los títulos necesarios. Claramente la forma de nombramiento, de promoción de jueces es político. Y claramente la forma de nominar a los ministros de la Corte Suprema ya no tiene defensa alguna. Entonces, podemos elegir como sociedad si vamos a seguir en cada polémica viendo cómo le pegamos al del frente y quedándonos callados cuando es alguien que nosotros conocemos, que es la forma en que generalmente se abordan estos temas, o si decidimos como sociedad enfrentar todos estos dolores y hacer algo al respecto”.

“Creo que lo que tenemos que hacer como país es afrontar los problemas de fondo, los cuales venimos hablando hace mucho tiempo, pero realmente no se hace nada serio por enfrentarlos y por eliminarlos de una vez por todas. Y Chile lo que está pidiendo a gritos, es más oportunidades, más seguridad, mérito, que la gente llegue por mérito, que se le pague por mérito y ascienda por mérito y no por pitutos. Y yo creo que esas son las cosas que nosotros tenemos que enfrentar como país”, dijo.

Al ser requerida nuevamente por el tema de Cubillos, Matthei aseguró que no respondería la pregunta, dado que no quería centrarse en “cada cosa pequeña”.

Sin embargo, añadió a su respuesta que en Chile nadie “se espanta cuando un futbolista o un cantante gana 100 millones de pesos al año. Y tampoco nadie se espanta cuando otro futbolista u otro cantante no llega ni al millón de pesos al año. Entienden que hay algunos que tienen mérito o que atraen público o que venden o que algo, hay una sensación de justicia o de merecimiento. Hay un merecimiento en la mente de cada persona. Es bastante difícil medir qué es lo que es justo, qué es lo que no es justo, pero yo creo que cada chileno tiene una conciencia y decide qué es lo que le parece correcto y qué es lo que no le parece correcto”.

Para cerrar, Matthei recalcó que como país debemos debemos elegir si enfocarnos en el conflicto de la semana o si “vamos realmente de una vez por todas a asegurarnos que la gente entre al sector público o al sector privado, que sus remuneraciones sean conocidas”.

“El otro tema es que nosotros en Chile nos hemos enamorado demasiado del dinero y cada autoridad o persona que tiene un puesto de algo de autoridad, que ama excesivamente el dinero, es una persona que eventualmente puede ser corrompida por el crimen organizado”, finalizó.

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