La pensión garantizada universal, que es el mejor y mayor aporte que ha hecho un gobierno, como fue el del Presidente Sebastián Piñera (Q.E.P.D.) en beneficio de los adultos mayores, pensionados y también incorporó a los que no lo están, es insuperable y eso es algo que ha favorecido a miles de personas que han mejorado, en muchos casos al 100%, sus pensiones recibidas a partir de los de 65 años de edad.

Dicho lo anterior, todos somos testigos que cuando asumió Boric, en la campaña, prometió que la Pensión Garantizada Universal, iba a ser aumentada rápidamente a $ 250.000, cuyas palabras parecían una realidad al asumir el cargo y sólo fue un ofertón electoral o una burla a los adultos mayores, como tantas otras promesas, solo han sido palabrerías muy típico de un gobierno de extrema izquierda, cuyos personajes hablan mucho y no gestionan ni concretan nada.

Los años pasan rápidamente, y el gobierno, que tanto se opuso a mejorar las pensiones cuando eran oposición, cuando llegaban a correr para aprobar los retiros, hoy la vida se encarga de recordarles que tanto despotricaban de los gobiernos anteriores, de su misma tendencia de izquierda, hoy su prioridad es gobernar para apitutar y fomentar el incorporar al estado el amiguismo, los parientes, los apitutados y la tropa de inoperantes que tienen al país, en la delincuencia más cruel y sanguinaria nunca vista en nuestro país.

Los recursos para aumentar la PGU, se encuentran disponibles, pero el gobierno está haciendo un chantaje inconcebible para que le aprueben la única reforma que se mantiene en proyecto, porque saben que no han hecho nada bien, con un gobierno de incapaces, de aprendices, de estudiantes sin títulos y principalmente de amigos estudiantiles que fueron habilosos en capacitarse como apoderarse de recursos públicos a través de fundaciones truchas, ingresar al estado a más de 100.000 activistas políticos al sistema público, y olvidarse de la ciudadanía.

No se requiere aumentar los impuestos para una reforma previsional, sino que mejorar la fiscalización, la evasión y la elusión tributaria, que genera mayores ingresos. Basta de mentiras, les sobra dineros para apitutar a parientes o amigotes sin capacidades técnicas y que sólo dejan en vergüenza al otrora mejor país del barrio y hoy lo han convertido en la “casa del delincuente”, donde se les protege, y se les premia con pensión vitalicia.

Margot Guerrero Bruner

Asesora Previsional

Corredor de Seguros

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