El expresidente brasileño Jair Bolsonaro afirmó este martes en una entrevista con The Wall Street Journal desde Florida (EE.UU.) que pretende regresar a su país en marzo para liderar la oposición y defenderse de las acusaciones de incitar los ataques del pasado 8 de enero contra edificios gubernamentales en Brasilia.

Bolsonaro viajó a Orlando el 30 de diciembre, dos días antes de terminar su mandato y de que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el liderazgo de Brasil, evitando así colocar a su adversario la banda presidencial.

«El movimiento de derecha no está muerto y vivirá», señaló Bolsonaro, agregando que trabajará con sus partidarios en el Congreso y en los gobiernos estatales para impulsar lo que llamó «políticas proempresariales», así como para defender su agenda de lucha contra el aborto, el control de armas y otras políticas que, según él, van en contra de los valores familiares.

El ultraderechista sigue sin admitir su derrota en las elecciones presidenciales y asegura que el proceso fue «sesgado». «No estoy diciendo que hubo fraude, pero el proceso fue parcial», expresó.

El exmandatario, que perdió su inmunidad el 1 de enero, se enfrenta a 16 investigaciones en el Tribunal Superior Electoral (TSE) y, por lo menos, a otras cuatro en el Supremo Tribunal Federal (STF) en Brasil.

Entre las nuevas investigaciones, se añade una del STF por su supuesta implicación en los disturbios del pasado 8 de enero, cuando bolsonaristas radicales atacaron las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia. Por su parte, Lula acusó directamente a su predecesor de participar «activamente» en aquellos disturbios.

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