En medio de la controversia en el Senado por las acusaciones constitucionales, el Gobierno propuso a la Cámara Alta a la contralora subrogante Dorothy Pérez para ser nombrada como máxima jefa de la Contraloría General de la República. En el Ejecutivo calculan que tienen la mayoría de los votos de la oposición; sin embargo, en el oficialismo surgieron varios parlamentarios “díscolos”, que incluso votarán en contra.

El problema es que en un ala del oficialismo molestó lo que consideran que se “cocinó entre gallos y medianoche” con RN y la UDI, más algunos legisladores de gobierno. En otra facción, senadores cercanos al Presidente Gabriel Boric, por los pasillos del Congreso, comentan que antes de la votación la candidata “debiera aclarar algunas cosas”.

Uno de los elementos a que aluden es esclarecer “una supuesta gestión para el traslado de su esposo en 2010 de Valparaíso a Santiago”. Se trata del mayor (r) de Carabineros Fabián López, cuando ella era contralora de Valparaíso y fue trasladada a la capital, años antes de un sumario de la Contraloría a la policía uniformada. Según informó Ex-Ante, la subcontralora fue citada a declarar como testigo por la Fiscalía en la investigación por el fraude en Carabineros, ya que Pérez había sido subjefa de la división de auditoría y una de las áreas, aunque no directa, tenía a su cargo la fiscalización de la policía uniformada.

Varios legisladores explican a El Mostrador que el Ejecutivo negoció con Chile Vamos el nombre de Dorothy Pérez para la Contraloría junto con el de las nuevas ministras de la Corte Suprema, Jessica González y Mireya López.

“Al parecer hay un acuerdo en el Senado entre algunos senadores y senadoras, entre gallos y medianoche, entre cuatro paredes, en relación a las votaciones de la Corte Suprema, como de la Contraloría. Yo no soy parte de esto, no me parece. Creo que el país no se merece esta fórmula de ‘uno para ti, otro para mí’, y no escoger las mejores personas. Yo voté conscientemente por los candidatos a la Corte Suprema, pero no voy a votar a favor de Dorothy Pérez”, dijo el miércoles la senadora Alejandra Sepúlveda (Ind).

Y agregó: “Ella le ha hecho muy mal a la institución. No fueron capaces de resolver los conflictos al interior de una institución tan importante como la Contraloría (…). Ella ventiló las complicaciones internas hasta llegar a la Corte Suprema. Creo que no corresponde y creo que no tiene las condiciones para ejercer el cargo”.

En marzo, las proyecciones en el Palacio de La Moneda indicaban que el Presidente Boric se disponía a confirmar a la subrogante en su cargo, planeando hacerlo público en el marco del Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, la nominación se detuvo a raíz de la aparente falta de respaldo por parte de los sectores oficialistas. Aunque el motivo no fue aclarado.

Según informó La Tercera, el Mandatario llegó a realizar diversas llamadas a senadores para manifestar su interés en la candidata. También circularon nombres como el de Juan Carlos Ferrada, exintegrante del grupo de árbitros del último proceso constituyente y cercano al Partido Socialista; y Macarena Lobos, la subsecretaria Segpres, los cuales fueron contemplados de manera preliminar entre las diferentes bancadas del oficialismo.

Varios nombres fueron discutidos de manera preliminar en las reuniones de las bancadas oficialistas, reflejando las dinámicas internas del Gobierno y la necesidad de consenso en decisiones clave. Y no lo había.

En ese marco, otro de los senadores que accedió a hacer públicos sus cuestionamientos fue Karim Bianchi (Ind), quien afirmó tener dudas de su imparcialidad como fiscalizadora. Sin embargo, sin anunciar su voto, explicó que examinará en detalle sus méritos una vez que “se haga la presentación en el Senado”, la próxima semana.

“Ella, pudiendo entrar por la puerta delantera, lo hace ingresando por la puerta de los acuerdos políticos, por la puerta de los partidos políticos. No hay que desconocer lo que se dio, que fue una discusión, una negociación previa a la nominación de los ministros de la Corte Suprema, donde hubo uno para cada sector. Allí se zanja el nombre de Dorothy Pérez. Lamentablemente hoy día yo tengo que dudar de su imparcialidad, porque está respondiendo a un acuerdo político. Yo espero que su desempeño siga siendo el de neutralidad y no responda a quienes hoy la están colocando en el cargo”, afirma el senador por Magallanes Karim Bianchi.

En el Socialismo Democrático explican que hay molestia por la forma en la que el Gobierno hace las nominaciones. Según precisan, primero ocurrió con la elección de Fiscal Nacional, donde hubo dos candidatos fallidos. De acuerdo con lo que sostienen en el oficialismo, para el nombramiento de las juezas González y López el Ejecutivo, aun cuando había objeciones en las filas sobre la ministra González, presentó los nombres, debido –afirman– a que podía ocurrir que no hubiera la cantidad de ministros suficientes en el Pleno para destituir a la ahora exministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco.

“Había cinco ministros en la Comisión de Ética y Vivanco estaba solicitando la inhabilitación de otros seis. El Senado no iba a hacer un desaguisado y el ministro Cordero mandó los tres nombres sabiendo que, salvo Pizarro, no eran de consenso. Creo que hizo una apuesta, y le dio resultado. Eso generó molestia en parte del oficialismo, porque no fueron consensuados. Nosotros habíamos pedido que no se avanzara en nombramientos hasta que no hubiera claridad respecto de lo de Hermosilla y del cuaderno de remoción. Ahora hay mucho ruido con Dorothy y resquemores”, señala un legislador afín a Boric.

El nombre de Dorothy Pérez llegará el martes a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado, que preside el socialista Alfonso de Urresti. En la instancia tendrán que fijar una fecha para que la contralora subrogante sea citada a exponer su visión de lo que sería su gestión en los próximos ocho años como jefa del ente fiscalizador, encargado de ejercer el control de legalidad de los actos de la Administración Pública y de inversión de fondos fiscales.

Se espera que la exposición de la candidata genere expectación y varios senadores que no integran la comisión concurran a oír su ponencia.

En relación con cuestionamientos por el traslado de su esposo, usando sus influencias, en su declaración de intereses, actualizada en 2022, en el ítem otros antecedentes, Pérez lo aborda en un extenso relato.

“Mi cónyuge Fabián López fue oficial en tres comisarías, piloto e instructor de vuelo en Carabineros, donde trabajó hasta diciembre de 2015. Presentó su renuncia voluntaria, la cual se hizo efectiva desde comienzos del 2016. Se retiró con el grado de mayor. Atendida dicha vinculación, durante todo mi desempeño como funcionaria de CRG, desde el año 2004 y también durante los 2 años siguientes a su retiro me abstuve de ‘aprobar y firmar’ auditorías, dictámenes u oficios relativos a dicha dependencia (…), lo reitero, para aclarar y dejar nuevamente en evidencia la falsedad de las atroces difamaciones”, señala.

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