Tras intensas jornadas de sesiones en el Congreso, ayer miércoles el Senado resolvió acoger las acusaciones constitucionales que se presentaron en contra de Sergio Muñoz y Ángela Vivanco, quedando ambos abogados destituidos de la Corte Suprema e inhabilitados para ejercer cargos públicos durante los próximo cinco años.

Al respecto, el ministro de Justicia, Luis Cordero, abordó el tema en conversación con radio Duna, y si bien destacó que las acusaciones constitucionales forman parte de las facultades de los parlamentaros, señaló que las empleadas contra los jueces de la Suprema “dejan precedentes complejos” y generan un “impacto desde el punto de vista de la gestión de la Corte”.

“Estas seguidillas de acusaciones, pero particularmente estas que se resolvieron ayer, dejan precedentes complejos en dos sentidos, uno que yo creo que ha sido bien verbalizado por los especialistas, ni siquiera por mí, que tiene que ver con cómo se tramitaron ambas acusaciones constitucionales en un mismo texto respecto de hechos distintos en la Cámara de Diputados”, sostuvo.

Por otra parte, aseguró que “el impacto de los resultados de la acusación constitucional no es simplemente la remoción de dos jueces (…) sino que además tiene un impacto desde el punto de vista de la gestión de la Corte”.

Sobre Muñoz, aseguró que era un juez “muy relevante, dada la trayectoria y sobre todo el rol que ha cumplido en la Corte, es el ministro de la Corte Suprema más joven que el país había nombrado, lo nombró a los 48 años”.

Además, afirmó que era “uno de los ministros con mayores disidencias en la tercera sala. Lo que quiero decir con esto es que era un ministro que tenía muchas disidencias, es decir, en una cantidad importante de ocasiones no seguía la mayoría de su sala”.

“El ministro Muñoz es un ministro muy destacado. Es un ministro que su presidencia en la Corte es bien reconocida en términos transversales. Era un ministro no sólo preocupado los asuntos jurisdiccionales sino que también de los asuntos de gestión”, afirmó.

No obstante, precisó que “la Corte es un órgano colegiado y buena parte de esas decisiones las pudo llevar a cabo el ministro Muñoz porque también tuvo la concurrencia del resto de sus pares”.

“Lo que quiero decir con esto es que la Corte tiene un funcionamiento de carácter colegiado, que tiene políticas que observan el largo plazo (…) y creo que es importante tener presente esto porque la Corte no es un ministro, por más importante que éste sea”, sostuvo.

En ese sentido, señaló que “el ministro Muñoz cumplió un rol muy significativo en la Corte durante largos años, pero la Corte también es una institución que trasciende a cada ministro en particular”.

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