El vicepresidente del Senado, Matías Walker (Demócratas), abordó la mañana de este jueves la maratónica y tensa jornada que la Cámara Alta vivió ayer durante la votación de la acusación constitucional contra el ahora exmagistrado de la Corte Suprema, Sergio Muñoz.

Cerca de ocho horas duró la sesión en la Corporación, en la que finalmente, se aprobó el libelo, y por ello se inhabilitó a Muñoz para ejercer cargos públicos durante cinco años, y en consecuencia, fue destituido del máximo tribunal.

Muñoz estaba siendo apuntado por entregar información privilegiada a Graciel Muñoz, su hija y jueza de Garantía. Esto, con el objetivo de que ella decidiera su participación en la compra de un departamento que se encontraba en construcción.

Bajo este marco, en conversación con Tele 13 Radio, el vicepresidente de la Cámara Alta -y de Demócratas- abordó el tema. “Fue un momento muy crítico, sin duda, pero es un mecanismo que está contemplado en la Constitución, porque tiene que ver con los mecanismos de control entre los poderes del Estado”, señaló Walker.

En esa línea, comentó que “esto tenía una carga emocional muy grande”, debido a que conocía de hace años al juez.

“El ministro Sergio Muñoz fue mi ayudante de derecho procesal hace 30 años en la Universidad Diego Portales. Sé que es una persona muy estudiosa, sé que es una persona, más allá de su visión de la justicia material, muy preparada, que tiene mucho peso intelectual”, dijo Walker y agregó que “también se dice de él que tiene un lado B, que es una persona que ejerce mucha influencia, que presiona mucho, no solamente al resto de los ministros, sino que a los funcionarios, a los relatores, que se mete mucho en otros tribunales, en otras instituciones (…) se trata de meter en todo, trata de ejercer su influencia, más allá de la tercera sala de la Corte Suprema”.

Pero más allá de eso, “teníamos que juzgar con todos esos pros y esos contras”, acotó el senador.

Walker fue consultado sobre si el juez fue destituido por sus fallos, tal como lo señalaron representantes del oficialismo y el abogado defensor de Muñoz.

Cabe señalar que Muñoz lideró polémicos casos antes de la reforma procesal penal, que cambió el rol de los jueces en la investigaciones. Entre ellos, por ejemplo, el asesinato de Tucapel Jiménez, dirigente sindical opositor a Augusto Pinochet.

Bajo ese marco, Walker respondió: “Yo de verdad descarto eso. Yo, al menos como juez, como jurado, tenía que definir, en base al mérito de los antecedentes aportados y también lo que ha salido por la prensa, si había o no infracción de este deber de abstención y si había o no vulneraciones de principio igualdad ante la ley por la tolerancia que se ha tenido, y si había o no vulneraciones de este principio igualdad ante la ley, por la tolerancia que el juez Muñoz mostró respecto al comportamiento de su hija con el teletrabajo desde Italia durante la pandemia”.

Para ir directo al grano, Walker puntualizó que no se le juzgó por sus fallos. “No se le podía juzgar por sus fallos, aún cuando la defensa incursionó en esa zona límite, que a mí me sorprendió”, cerró.

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