La Fiscalía de Perú informó que Estados Unidos aprobó la solicitud de extradición del expresidente Alejandro Toledo, procesado por presunto lavado de activos.

La venia del gobierno estadounidense se da un día antes de que se dicte el veredicto contra Toledo tras concluir el juicio por un caso de corrupción en la adjudicación de obras públicas a favor de la constructora brasileña Odebrecht.

La justicia peruana se pronunciará en el caso denominado “Interoceánica Sur” y de encontrar culpable al exmandatario, deberá fijar la pena de prisión efectiva por los delitos de colusión y lavado de activos, y por los que la Fiscalía de ese país pide más de 20 años de cárcel.

Durante la última audiencia, el miércoles pasado, Toledo se quebró y desconoció las investigaciones que se le atribuyen. “De todo corazón, hasta este instante no entiendo por qué estoy involucrado en esto”.

“Les pido por favor que hagan justicia (…) En la decisión que tomen consideren que tengo un cuadro de salud complicado”, solicitó

“Yo les digo, jueces, abro todas mis cuentas del mundo. Vivo de ser profesor, de mis conferencias internacionales y de las regalías de mis 16 libros escritos”, expuso Toledo.

Las últimas palabras en la audiencia fueron “déjenme curar o morirme en mi casa”.

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