Un triunfo nítido logró Evelyn Matthei -la candidata mejor posicionada en las encuestas- en los comicios municipales y regionales de este fin de semana. Logró la recuperación de Santiago -predictora de la presidencial- con Mario Desbordes (RN), quien desbancó a Irací Hassler (PC). Esto, junto a la reelección de su delfín, Jaime Bellolio en Providencia. Marcela Cubillos, quien se perfilaba como carta presidencial no se quedó con el sillón de Las Condes, por los efectos de la polémica que desató su millonario sueldo en la Universidad San Sebastián. Y el Partido Republicano, con José Antonio Kast, no arrasó, como se esperaba. En definitiva, Chile Vamos resucitó, salvando más que la estantería.

De hecho, consiguió que 9 de sus abanderados pasaran a segunda vuelta en las gobernaciones: Francisco Orrego (Región Metropolitana), María José Hoffmann (Valparaíso), Sergio Giacaman (Biobío), Luciano Rivas (La Araucanía), Cristóbal Julia (Coquimbo), Diego Paco (Arica), Nicolás Noman (Atacama), Pedro Álvarez (Maule) y Alejandro Santana (Los Lagos). Además de 121 alcaldías, hasta el cierre de esta edición a las 21 horas.

“Nuestros vecinos ya tomaron su decisión, y tendremos un tremendo alcalde para Providencia. Todas mis felicitaciones a @jaimebellolio, estoy segura que lo hará increíble y pondré en primer lugar las preocupaciones de nuestros vecinos. Le deseo lo mejor del mundo y desde ya decirle que cuenta conmigo para lo que necesite”, posteó Matthei, antes de ir a celebrar junto a Bellolio.

Tras recibir a Bellolio en el frontis de la municipalidad, Matthei se dirigió a la Plaza de Armas, donde -junto a los tres presidentes de los partidos de Chile Vamos- se reunió con Desbordes. Luego partió a Ñuñoa, donde hizo lo propio con Sebastián Sichel, quien libró una cerrada competencia con la alcaldesa Ríos. Matthei, además, se comunicó por teléfono con otros ganadores, como Max Luksic (Huechuraba), Agustín Iglesias (Independencia) y Carol Bown (San Miguel).

El diseño de la edil es terminar su mandato en la alcaldía el 6 de diciembre y abocarse a la presidencial entre marzo o abril.

El factor republicano

Se esperaba que estos comicios se convirtieran en un viento de cola para Kast -el principal contendor de Matthei-, quien venía a la baja tras la derrota en el plebiscito constitucional de salida del 17-D, por un 55,7% contra un 44,24%.

“Si fuera por mí, sería candidato y me inscribo mañana. Yo digo, a mí me encantaría ser Presidente de la República, pero es el partido el que tiene que nominarme. No me puedo autonominar. Espero que me nominen, pero todavía no estamos en tiempo de eso”, dijo a La Tercera, el 13 de octubre pasado.

De ahí que su apuesta fuera -para dar un nuevo aire- reforzar la marca republicana, como un partido de abierta oposición a la administración Boric, junto al impulso de una agenda temática basada en la seguridad.

Kast no perdió tiempo. Y a diferencia de Matthei -quien no podía viajar por todo el país, por estar amarrada al cargo de alcaldesa-, realizó un amplio despliegue territorial. La última gira -junto al jefe de campaña, Martín Arrau– la hizo a Arica, donde participó en el masivo cierre de campaña de su candidata a gobernadora Karla Kepec. Ahí, con un fuerte discurso en contra de la migración ilegal, el partido apostaba a quedarse con esa gobernación, cosa que no ocurrió. No obstante, sólo lograron el paso a segunda vuelta en O’Higgins, con Fernando Ugarte, y en Los Lagos con Claudia Reyes. Y ocho alcaldías (hasta el cierre de esta edición, a las 21 horas).

El oficialismo

Ante la falencia de liderazgo, las miradas del oficialismo se habían volcado a dos figuras: Tomás Vodanovic, del Frente Amplio, quien ganó con una abrumadora mayoría la reelección en la municipalidad de Maipú y Claudio Orrego, exDC, quien competía -por un nuevo período en la gobernación metropolitana- como independiente.

Tal como se esperaba, con 187 mil votos, Vodanovic se ubicó en el primer lugar de los 10 ediles con mayor número de sufragios. Pero, su decisión -en público y en privado- ha sido tajante. No está dispuesto a una incursión a La Moneda, y así lo planteó esta noche: “Mi compromiso es quedarme los cuatro años trabajando día a día”.

Fuentes del FA revelan que incluso les comunicó a dos dirigentes de esa tienda -que trataron de revertir su decisión- que está decidido a cumplir dos períodos al mando de la comuna. Y que, de ahí en adelante, si las condiciones se dan, estaría en condiciones de asumir el desafío. No antes.

De hecho, para no levantar expectativas, anoche celebró el triunfo con los vecinos -en la explanada de la plaza de Maipú-, sin invitar a nadie de los partidos.

La situación es tanto o más compleja para el Socialismo Democrático. Pues no ha logrado convencer a la exPresidenta Michelle Bachelet -quien sigue apareciendo en las encuestas- para que acepte una tercera incursión a La Moneda.

“Yo no soy candidata. Está descartado”, sostuvo categóricamente en agosto, en la ceremonia de conmemoración del 70° aniversario del Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch).

Y ahora, otra de las cartas, la opción de la ministra Carolina Tohá se ha visto debilitada por el caso Monsalve, debido a los cuestionamientos que han surgido en su contra debido al manejo de esa situación. Incluso, la última Cadem la ubicó -por primera vez- como la peor evaluada del gabinete, con un 35%. Es decir, registró una caída de 11 puntos.

En La Moneda se comenta que la ministra no tiene en su radar una eventual postulación. Menos en estos momentos, en que pasa por una situación especialmente compleja. De hecho, ayer no pudo ocultar su incomodidad al enfrentar a la prensa después de votar en la mesa 939, en el centro cultural Estación Mapocho, tribuna en la que endureció el tono. “No vamos a permitir -sostuvo- que se manche ni se contamine con esta cosa realmente tan repugnante que cada día con los nuevos capítulos se vuelve más oscura que hemos ido conociendo el caso Monsalve”.

De ahí que el Socialismo Democrático haya puesto los ojos en Orrego. Pues, distintos análisis internos auguraban incluso la posibilidad de que podía ganar en primera vuelta, con más de dos millones de votos y convertirse de facto en un presidenciable.

Pero el asunto se complicó. Primero porque no se cumplieron los pronósticos, ante la dura pelea que le dio Francisco Orrego (RN), sino porque el propio abanderado se encargó ayer -cuando fue a votar en la Escuela Miravalle de Peñalolén- de desactivar una postulación de esa naturaleza.

“Mi plan uno, mi plan dos y mi plan tres es ser gobernador de la Región Metropolitana. He tenido el privilegio y el honor de ser elegido por la ciudadanía, me siento un privilegiado de Dios de poder hacer lo que más me gusta, que es poder servir a la comunidad y eso es lo que voy a seguir haciendo”, sentenció.

Ello no impidió que varias figuras del oficialismo hayan decidido darle una señal de apoyo con miras a la segunda vuelta. E, incluso, que algunos lo sigan mencionando como una posible opción para enfrentar la presidencial 2025.

Estrategia de La Moneda

Para el Presidente Gabriel Boric era clave dar una señal de unidad, después de las turbulencias de los últimos días y de los roces que ha habido entre el Socialismo Democrático y el Frente Amplio por el caso Monsalve. Y, por ello, invitó a un comité político ampliado -a partir de las 18 horas- a todos los presidentes de partido a La Moneda, gesto que no había ocurrido en ninguna de las elecciones anteriores.

La idea -según confidenció un habitante de Palacio- fue iniciar una nueva etapa. Esto, con el fin de proyectar el gobierno por un nuevo período.

No obstante, al interior de los partidos, la exigencia va más allá. Y se sostiene que, independientemente de las buenas intenciones, se debe terminar con los ataques intra bloques y con las hegemonías de un partido sobre otro.

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