El fenómeno “Dark MAGA” comenzó a destacarse durante la reciente campaña que llevó a Donald Trump nuevamente a la presidencia de Estados Unidos. Surgiendo como un meme en internet, este movimiento visual y cultural se convirtió en una pieza central de su estrategia mediática, apelando a una audiencia joven y familiarizada con el lenguaje digital. La estética, que mezcla tonos distópicos y referencias culturales contemporáneas, resonó en redes sociales como una reinterpretación más agresiva de la visión “Make America Great Again”, proyectando al presidente electo y a sus seguidores como héroes en una lucha épica contra los “enemigos del país”.
La popularidad y el alcance de este concepto reflejan cómo los memes y símbolos visuales pueden moldear identidades políticas y movilizar a los votantes en una sociedad cada vez más polarizada.
El término “Dark MAGA” nació como un meme en internet, fusionando el lema “Make America Great Again” de Trump con una estética sombría y radical. Lejos de ser un simple eslogan, este concepto representa una versión más autoritaria y extrema de la ideología que impulsó a Trump, adoptada y difundida principalmente por grupos de derecha radical en las redes.
Aunque sus raíces son en gran medida satíricas, el movimiento se transformó en un símbolo político de resistencia y lucha dentro de ciertos sectores, presentando a Trump como una figura casi heroica en una narrativa de confrontación con sus opositores. Según la revista Newsweek, la estética distópica del “Dark MAGA” se asemeja a iconografía de películas de ciencia ficción como Terminator, mostrando imágenes donde Trump aparece con ojos láser o frente a una Trump Tower completamente oscura. Esta combinación de poderosos símbolos visuales y temas apocalípticos apela a sectores que buscan una representación política firme y decisiva.
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