El cobre de Londres avanzaba el viernes, pero se encaminaba a su peor semana en cuatro meses, en un escenario de subida del dólar y la preocupación por la demanda de China, principal consumidor. El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres subía un 0,6%, a US$9,042 por tonelada métrica, tras haber alcanzado el jueves su nivel más bajo en tres meses. En la semana ha caído más de un 4%.
El contrato de cobre para diciembre más negociado en la Bolsa de Futuros de Shanghái (SHFE) cerró un 0,3% al alza, a 73.860 yuanes (US$10.215,06) la tonelada, pero cayó un 4,6% en la semana.
El dólar se encaminaba a su mejor semana en más de un mes, impulsado por la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y las expectativas de menos recortes de tasas en ese país.
Un billete verde más fuerte hace que los metales cotizados en dólares sean más costosos para los tenedores de otras divisas.
“Esperamos que los precios de los metales industriales sigan siendo muy sensibles a cualquier anuncio de estímulo de China continental, con la confianza del mercado inclinado hacia un mayor apoyo en una anticipación de renovadas tensiones comerciales con China bajo una segunda presidencia de Trump”, dijeron los analistas de BMI.
Los datos mostraron que el crecimiento de la producción de las fábricas chinas se ralentizó en octubre y que aún era demasiado pronto para hablar de un cambio de tendencia en el sector inmobiliario, afectado por la crisis, a pesar de que los consumidores se recuperaron, lo que mantiene vivos los llamamientos para que Pekín refuerce su reciente bombardeo de estímulos para revitalizar la economía.
El sector inmobiliario chino es el mayor consumidor de metales básicos.
Sin embargo, los inventarios de cobre en los almacenes supervisados por la SHFE cayeron un 6,6% desde el viernes pasado, según la bolsa. El aluminio LME subía un 0,6%, a US$2.532 la tonelada.
La producción china de aluminio en octubre aumentó con respecto al año anterior, mientras la fuerte demanda y la subida de los precios compensaron el aumento de los costes de las materias primas.
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