El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro, investigado por presuntamente participar en un plan golpista contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, atribuyó las acusaciones presentadas en su contra por la Policía Federal a la “creatividad” del juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes.
“El magistrado Alexandre de Moraes conduce toda la investigación, ajusta los testimonios, arresta sin denuncia, lanza redes para pescar posibles pruebas y tiene una asesoría bastante creativa”, afirmó Bolsonaro en un comunicado difundido en sus redes sociales.
La Policía Federal brasileña concluyó una investigación que acusa al ex presidente ultraderechista y a otros 36 implicados, entre ellos ex ministros, asesores y militares de alto rango, de los delitos de “abolición violenta del Estado democrático de Derecho, golpe de Estado y asociación ilícita”.
La investigación constató la existencia de un plan “coordinado” para mantener a Bolsonaro en el poder tras su derrota en las elecciones presidenciales. Entre los implicados, las autoridades detuvieron a cuatro militares y un agente de la Policía Federal acusados de idear un plan para asesinar a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez De Moraes.
Según la investigación, el objetivo era eliminar a Lula y Alckmin, y crear un “comité de crisis” liderado por militares cercanos a Bolsonaro, utilizando el envenenamiento como método para concretar el magnicidio.
Bolsonaro aseguró que revisará las acusaciones junto a su abogado, aunque expresó desconfianza hacia el equipo de investigadores. “Eso obviamente pasará por la Procuraduría, en donde comienza la lucha. No puedo esperar nada de un equipo que usa la creatividad para denunciarme”, señaló en su comunicado.
El ex presidente también hizo referencia a un mensaje filtrado de un juez auxiliar de De Moraes a un fiscal, en el que se sugería “usar la creatividad” para formular una denuncia contra una revista favorable a Bolsonaro. “Es esta misma lógica la que aplican ahora contra mí”, denunció.
El informe de la Policía Federal será analizado por la Procuraduría General de la República, que decidirá si presenta las denuncias formales ante el Supremo Tribunal Federal. Mientras tanto, las investigaciones avanzan, con foco en desarticular las redes que respaldaron los actos golpistas ocurridos tras la derrota de Bolsonaro en las urnas.
La reacción de Lula y del Partido de los Trabajadores
Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su gratitud por haber sobrevivido a las amenazas y subrayó que su prioridad desde su regreso a la Presidencia en 2023 es restablecer una “normalidad democrática” en Brasil. Durante un acto con empresarios, Lula declaró: “Estoy agradecido de estar vivo”.
También, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, pidió este jueves prisión para el ex mandatario Jair Bolsonaro tras la acusación de la Policía Federal de que planeó un golpe de Estado para permanecer en el poder tras su derrota electoral en 2022.
Según Hoffmann, estas denuncias policiales “abren el camino” para que Bolsonaro y su círculo más cercano enfrenten las consecuencias de “los crímenes que cometieron contra Brasil y la democracia”.
En un mensaje en redes sociales, agregó: “Intentar cometer fraude en las elecciones, asesinar autoridades e instalar una dictadura. Prisión es lo que merecen”.
Hoffmann también criticó la amnistía impulsada por Bolsonaro para proteger a los responsables de los ataques violentos a las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal, ocurridos en enero de 2023.
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