Las acciones argentinas volvieron a destacarse este martes y reafirmaron su predominio como una de las inversiones con mejor rendimiento en la comparación internacional.
Los niveles récord en los índices de Wall Street, donde los agentes renovaron las apuestas luego del triunfo electoral de Donald Trump, le brindan a la renta variable argentina un escenario más propicio para extender las ganancias. Además, los firmes fundamentos domésticos, con el regreso del superávit fiscal y comercial que enarbola el Gobierno, la baja de la inflación y una inusual calma cambiaria potencian los negocios.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cerró con una mejora del 1,5%, en un récord nominal de 2.252.266 puntos. Más allá de puntuales tomas de utilidades intradiarias, el panel de acciones líderes medido en moneda dura se asienta por primera vez por encima de los 2.000 dólares.
En términos reales, si se toma la devaluación del dólar en las últimas tres décadas, el Merval parece encaminarse a desafiar los picos históricos de 1992 y de 2018, que en base a cálculos de la analista financiera Mariela Capezzuoli, se trataría de una barrera en torno a los 2.500 puntos en dólares a valor “contado con liqui” ajustado por inflación Estados Unidos, en una escala aritmética.
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