El gobierno seguía pagando costos por el manejo del caso Monsalve, cuando este lunes en la noche una nueva bomba explotó en el corazón de La Moneda: una denuncia de una mujer en contra del Presidente Gabriel Boric por la supuesta difusión de imágenes íntimas de ella.

La denunciante es una abogada que habría coincidido en 2013 con el actual jefe de Estado en la práctica profesional que realizó en la Corporación de Asistencia Judicial en Punta Arenas.

La acción judicial se ingresó el 6 de septiembre de este año, y este lunes se dio a conocer públicamente a través de una declaración del abogado del Mandatario, Jonatan Valenzuela, difundida por el Ejecutivo.

Si bien el caso es confuso y durante este martes se han abierto más interrogantes (ver nota relacionada), han surgido varias críticas en contra del gobierno -incluso de forma privada en el oficialismo- por la forma en que se ha manejado la situación. Estas apuntan a que tanto los ministros y el Presidente no han cumplido con la debida transparencia y los criterios y estándares feministas que han defendido durante la campaña, en el Congreso y en otros casos de denuncia.

Fin al “amiga, yo te creo”: el despliegue comunicacional del gobierno para desacreditar a la denunciante

Uno de los principales estándares definidos por el Frente Amplio y el PC ha sido la importancia de creerle a las denunciantes de delitos sexuales, y no desacreditar anticipadamente su testimonio.

De hecho, una de los principales consignas del movimiento feminista, al que adhiere la coalición de gobierno, ha sido el “amiga, yo te creo”.

Para el gobierno y sus partidos este ha sido un mantra que han repetido en distintas instancias y casos de denuncias.

Sin ir más lejos, el propio Presidente Boric, a una semana de que se hiciera pública la denuncia por violación contra el exsubsecretario Manuel Monsalve, le entregó su respaldo a la denunciante: “Nuestro deber es creerle, yo le creo”.

El punto fue reiterado por la vocera de Gobierno y uno de los rostros feministas del Ejecutivo, Camila Vallejo. “Nosotros, y lo dijo el Presidente, como gobierno no nos corresponde poner en duda y más bien le creemos”.

Sin embargo, en la denuncia contra el Presidente, el gobierno no sólo dio a conocer el hecho, sino que tras eso desplegó una ofensiva comunicacional para desacreditar a la denunciante, todo antes de cualquier pronunciamiento de la justicia y sin que la querellante pudiera defenderse.

El despliegue incluyó una declaración del abogado del Mandatario el lunes en la noche, un punto de prensa ayer en la mañana y posteriormente una vocería de la ministra Vallejo.

En todos los espacios la tesis central fue señalar que el Presidente había sido acosado de forma sistemática por la denunciante hace más de 10 años a través de correos electrónicos, incluyendo en uno de ellos el envío “no solicitado ni consentido de imágenes de carácter explícito”.

Durante su vocería, Vallejo reiteró que el Presidente sufrió un acoso sistemático, esto pese a que el caso aún se está investigando. “Nosotros hemos defendido y defenderemos evidentemente que la denuncia es falsa, teniendo el antecedente que tenemos del acoso sistemático por parte de la denunciante”, sostuvo la ministra.

Más adelante añadió que en esos años 2013 y 2014, cuando recibió lo correos, Boric “tenía exposición pública, estaba en campaña para ser parlamentario, aún no asumía como parlamentario, estaba en contexto de práctica profesional y sufría de este acoso sistemático por parte de la persona que hoy día es la denunciante”.

Otra expresión que utilizó la ministra para desacreditar la denuncia fue decir que se trata de “una denuncia sin sustento respecto a hechos que son completamente falsos”. En cuatro ocasiones durante su alocución Vallejo apuntó que era una “denuncia sin sustento”.

La no revictimización

Otro criterio que en el gobierno, sus partidos y el movimiento feminista han defendido es que ante una denuncia de este tipo no se puede revictimizar a la denunciante.

La ofensiva comunicacional que ha desplegado el gobierno incluyó antecedentes de la denuncia. De hecho, algunos medios de comunicación publicaron los mails y conversaciones que sostuvo la posible víctima con el Presidente Boric.

En 2021, la entonces diputada Camila Vallejo, al abordar la otra denuncia por acoso que hubo en contra de Boric de parte de una militante del Frente Amplio (ver aquí), remarcó la importancia de tratar con cuidado estas situaciones para “no revictimizar” a la posible afectada.

“Sería muy fácil decir ‘yo no fui, me junté a hablar con ella y ya está resuelto’. No funciona así. Son temas delicados y por lo tanto las compañeras del partido correspondiente se han hecho cargo, en este caso Convergencia Social, de procesar esta situación, de acuerdo a los protocolos que tanto nos ha costado construir y por eso el respeto a la víctima, a la no revictimización que es lo que permanentemente se solicita cuando en redes sociales se usa y abusa de esto para usos políticos, electorales, porque en ese proceso también se perjudica a las víctimas”, sostuvo.

Respecto al mismo caso, la ahora ministra de la Mujer, Antonia Orellana, escribió en su cuenta de Twitter: “La derecha en masa está aprovechándose de una mujer que pidió (a nosotros como Comando y a tod@s) explícitamente no tocar el tema en público. Mi solidaridad con ella y luego mi repudio a la instrumentalización”.

Estándar de transparencia

Cuando se conoció públicamente la denuncia contra el exsubsecretario Monsalve, el Presidente Boric dio una conferencia de prensa de más de 50 minutos para hablar del caso, apelando a la necesidad de transparencia para enfrentar estas situaciones.

Sin embargo, mientras hablaba, él ya estaba al tanto de la denuncia en su contra y no dijo ninguna palabra al respecto. El Mandatario también declaró ante la fiscalía por el caso Monsalve, y en el interrogatorio que ha sido publicado en la prensa tampoco hay luces de que se haya referido a que él figuraba como imputado en una indagación desformalizada por la publicación de fotos íntimas de la denunciante.

La denuncia recién se conoció públicamente este lunes en la noche, un día después de la elección de segunda vuelta de gobernadores. Según la ministra Vallejo y el abogado del Mandatario, se hizo así porque se cumplía un mes desde que tuvieron contacto por última vez con la fiscalía. Pero la verdad es que ese plazo se cumplió el día viernes.

“El 22 de octubre de 2024, en Punta Arenas, hice entrega de todos los correos enviados a Gabriel Boric para demostrar la falsedad de los hechos denunciados y dar cuenta del acoso sufrido por mi representado al fiscal a cargo de la investigación, Cristián Crisosto Rifo. Hoy lunes 25 de noviembre, a un mes de la última comunicación con la Fiscalía de Magallanes, solicité una nueva entrevista con el fiscal a cargo para reiterar la total disposición con el esclarecimiento de los hechos. En virtud del tiempo transcurrido y la nueva entrevista solicitada, se consideró hacer pública esta información”, sostuvo el abogado en su comunicado de prensa.

El silencio de la ministra de la Mujer, Antonia Orellana

El relato feminista y el rol preponderante que cumpliría el Ministerio de la Mujer fue uno de los ejes de la campaña del actual gobierno. De hecho, una vez asumido, uno de los primeros hitos del Presidente Boric fue incluir a esa cartera en el comité político, dando cuenta de la relevancia que tendría para su administración.

Sin embargo, la ministra no sólo ha tenido un rol débil en el caso Monsalve, sino que también en la denuncia actual donde -hasta el cierre de esta edición- no ha emitido ninguna declaración.

Esto, a pesar de que la ministra estaba informada del caso. Según señaló Vallejo en su vocería de ayer, desde el lunes 14 de octubre -misma fecha en que se ingresó la denuncia contra Monsalve- esta situación se trató al interior de La Moneda y todos los ministros del comité político tuvieron conocimiento de la acción contra el Presidente.

Original de El Líbero

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