Es el principal cambio que incluyó la ley antievasión recientemente aprobada por el Congreso y que tendrá efectos recaudatorios este 2024. Se trata de la nueva ventana que se abrió para repatriar capitales y regularizar la situación tributaria de personas que tengan recursos en el exterior. Esta norma permitirá a los contribuyentes declarar bienes y rentas extranjeras ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) de manera voluntaria y extraordinaria, mediante el pago de un impuesto sustitutivo del 12%.

De acuerdo a la proyección de ingresos estructurales incluida en la ley de cumplimiento tributario, Hacienda espera contar con $644.077 millones (US$659 millones) por la repatriación de capitales.

El plazo de vigencia de esta ventana comenzó el 1 de noviembre y se extenderá hasta el 31 de diciembre, por lo que el tiempo para lograr la recaudación prevista por Hacienda es acotado.

De acuerdo al primer balance del Servicio de Impuestos Internos (SII) al 26 de noviembre se han recibido 21 declaraciones que han declarados bienes por un monto de $55.760 millones, unos US$57 millones.

De ese total, al aplicar el impuesto de 12% sobre esos bienes el pago efectivo de esos bienes llegó a $6.691 millones, unos US$6,8 millones, es decir, en torno al 1% del total esperado.

Asimismo, se informó que hasta la fecha, 638 contribuyentes han ingresado a la aplicación disponible en la web del SII para declarar repatriación de capitales por lo que es probable que la cifra pueda subir durante las próximas semanas. Esa es al menos la expectativa que tiene en el SII.

El director del SII, Javier Etcheberry, explicó a Pulso que “Chile tiene hoy la posibilidad de intercambiar información con cerca de 125 jurisdicciones, a través de instrumentos como los Convenios de Doble Tributación, Convenios de Intercambio de Información general y la Convención Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Tributaria. A estas iniciativas se suman otras acciones de colaboración internacional en las que participa nuestro país en el marco del trabajo de la OCDE”.

Por lo mismo, agregó que “si los que tienen activos fuera del país y no lo declaran ahora, a partir del próximo año vamos usar todos los convenios de información con otros países, los vamos a salir a buscar y vamos a ser muy duros con todos aquellos que tengan dinero no declarado en el exterior”.

De acuerdo a la ley, pueden acogerse a esta opción los residentes, domiciliados, establecidos o constituidos en Chile antes del 1 de enero de 2023, que acrediten dominio de bienes declarados (los que no estarán obligados a reingresar los bienes al país una vez declarados), con anterioridad a dicha fecha y las rentas percibidas hasta el 31 de diciembre de 2023. La ley específica las formas de valoración y acreditación en detalle, para cada uno de los bienes y rentas que puedan acogerse.

De esta forma, podrán acogerse a este impuesto único toda clase de bienes, incluyendo bienes muebles e inmuebles, corporales e incorporales, tales como acciones o derechos en sociedades constituidas en el exterior, o el derecho a los beneficios de un trust o fideicomiso, así como también toda clase de instrumentos financieros o valores, como bonos, cuotas de fondos, depósitos y similares, que sean pagaderos en moneda extranjera; las divisas; y rentas que provengan de los bienes como dividendos, utilidades e intereses.

El análisis de los expertos

El director del SII espera que desde la otra semana se empiece a acelerar las operaciones, las que se irían intensificando a medida que avance el mes. Y si bien los expertos concuerdan en que puede haber una aceleración a medida que se acerque el plazo de término de esta ventana dudan que puedan lograr recaudar lo que se proyecta.

Andrés Alessandri, socio de Mena Alessandri & Asociados sostiene que “estos procesos requieren un estudio previo de la normativa, instrucciones del SII y luego aplicar lo anterior a cada caso concreto. En el anterior proceso de repatriación la gran mayoría de las presentaciones fueron realizadas en diciembre, pero el plazo de vigencia de la repatriación fue de 12 meses”.

Por lo tanto, dice Alessandri que “a medida que se acerque el plazo final, irán aumentando las presentaciones y pagos de Impuestos. Sin embargo, en ningún caso será una cantidad de declaraciones ni recaudación de Impuestos comparable con la anterior repatriación”.

Alberto Cuevas, socio tax & legal de KPMG, argumenta que “es normal que se inicie con cierta lentitud. Sin embargo, tanto el plazo de vigencia como las condiciones actuales no son comparables, de forma que aún resulta incierto que pueda cumplirse con las expectativas de declaración y recaudación que se tienen. Hasta ahora, ha habido muy poco interés”.

Cuevas, quien fue el coordinador tributario del segundo gobierno de Michelle Bachelet, subraya que “el tema es que el plazo sigue siendo insuficiente para la difusión, evaluación y preparación de las declaraciones de acuerdo a los estándares legales, que son bastante rigurosos, por lo que hasta ahora no hay antecedentes que permitan prever un aumento significativo de interesados en acogerse”.

Hugo Hurtado, socio líder de Tax & Legal de Deloitte, apunta que “en nuestro caso hemos notado poco interés en acogerse a la norma dado a lo acotado de los plazos. Varios clientes sienten que el plazo es muy corto para tomar una decisión tan importante, teniendo presente que uno de los temas más relevantes a definir es si se tiene o no toda la información para respaldar la presentación ante el SII”.

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