No ha sido una buena semana para el mercado laboral. Algunos indicadores muestran que la contratación se está ralentizando. Uno de ellos es el índice de avisos laborales que, en noviembre, volvió a acelerar su caída y se ubicó en 66,30 puntos anotando un retroceso de 4,96% en comparación a octubre y de 12,58% si se mide en relación al mismo mes del año pasado.
Esta misma tendencia es la que mostraron los despidos por necesidad de la empresa. De acuerdo al informe de la Dirección del Trabajo, en octubre subieron 10,7% totalizando 39.285, rompiendo así una racha de cinco meses de caídas consecutivas en este indicador.
Ahora bien, al analizar el acumulado del año, es decir, entre enero-octubre, los despidos por esta causal suman 387.637, un 2,1% más que el mismo período del año pasado, y sigue siendo el mayor número desde 2020 cuando se registraron 605.532 despidos en los primeros 10 meses de ese año.
De todas las causales de desvinculación, el motivo de despido por necesidad de la empresa es la que mejor refleja la situación económica que tienen las firmas, por eso es la más observada por los economistas, ya que va en línea con la creación de empleo que muestra la encuesta del INE.
De hecho, en el trimestre agosto-octubre anotó su menor número y menor crecimiento en un año, con 196 mil empleos. Esta cifra, a su vez, se descompone entre 141.793 trabajos formales y 54.202 informales.
“Los despidos fundamentados en la causal de “necesidades de la empresa” afectan a trabajadores con empleos formales en el sector privado, por lo que son un indicador clave de la salud del empleo formal privado”, sostiene la economista de Clapes-UC, Carmen Cifuentes.
El director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Bravo, menciona que “el mercado laboral sigue exhibiendo un bajo dinamismo en la generación de empleo asalariado formal en el sector privado”. En ese sentido, el especialista afirma que “todo indica que, más allá del dato de octubre, hay una tendencia a la disminución en el grado de desvinculaciones por necesidades de la empresa, pero el ritmo de creación de empleo asalariado formal en el sector privado sigue muy debilitado debido al bajo crecimiento de la economía chilena. Esto a su vez provoca que la velocidad a la que se reduce de la tasa de desempleo sea tan lenta”.
Cifuentes agrega que “este aumento refleja un deterioro en el empleo formal privado, atribuible principalmente al débil desempeño de la economía chilena. En 2023, el crecimiento fue mínimo, y para 2024 se proyecta una expansión en torno al 2,2%, lejos de las expectativas iniciales. Como es sabido, el empleo formal privado está estrechamente vinculado al dinamismo económico, y los datos lo confirman”.
Lo que viene
Para los próximos meses el escenario para el mercado laboral es complejo y la frase que más se repiten es que la creación de empleo está prácticamente estancada.
Cifuentes argumenta así: “Los despidos por necesidades de la empresa funcionan como un termómetro del estado del empleo formal privado, aunque presentan limitaciones como herramienta para anticipar el comportamiento futuro del mercado laboral en su totalidad”. No obstante, acota que “el aumento en esta causa, combinado con el estancamiento en la creación de empleo reflejado en las cifras ajustadas estacionalmente, apunta a que el mercado laboral enfrentará importantes desafíos en los próximos meses”.
Mientras que Bravo aclara que “este indicador es sólo uno de muchos indicadores para el monitoreo del mercado laboral, por lo que no debe ser analizado de manera aislada, sino en conjunto con otros antecedentes de la salud del mercado laboral”. Por ello, apunta que “hoy el desafío más relevante está en subir significativamente el ritmo de creación de empleo asalariado formal en el sector privado, por lo que no podemos seguir creciendo en torno al 2%. Necesitamos elevar significativamente nuestra capacidad de crecimiento de mediano plazo”.
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