La OCDE estima que el país va a crecer un 2,3% en el año en curso, y un 2,1%, y esperan una desaceleración inflacionaria hacia 2026. Asimismo en su último Estudio Económico de Chile que se dio a conocer este miércoles el organismo, indicó que el crecimiento económico a largo plazo, va a depender en gran medida de la capacidad para reducir las brechas estructurales, para aumentar la productividad y la inversión.

También apunta a la relevancia de impulsar la digitalización e innovación, cerrar las brechas de género en el mercado laboral y aprovechar los beneficios del potencial para producir energías renovables, y las enormes reservas de litio y cobre.

En cuanto a la inflación, el organismo estima que descenderá a 3,2% en 2026, y que el PIB se verá impulsado por una recuperación gradual de la inversión, un sólido consumo privado apoyado por el aumento de los salarios reales y la relajación de las condiciones financieras.

“Chile se encuentra en un momento crucial, con importantes desafíos, pero también muchas oportunidades”, dijo desde Santiago el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann. Y luego agregó que “Chile necesita centrarse en impulsar su potencial de crecimiento. Para ello, es necesario realizar inversiones y reformas estructurales significativas. Si se aprovechan sus abundantes recursos naturales y sus sólidas instituciones, Chile puede lograr un crecimiento económico más fuerte, más sostenible y mejor compartido”.

Si bien advierte que la deuda pública de nuestro país es inferior al promedio OCDE, advierte que ha ido al alza, y estima que para volver a una senda descendente es necesario hacer más eficiente el gasto y movilizar ingresos fiscales, para lo cual recomienda ampliar el impuesto a la renta a las personas, reducir exenciones fiscales, y seguir luchando contra la evasión.

Por otro lado, el informe advierte de una escasez de trabajadores altamente calificados, y llama a impulsar la participación de las mujeres en el mercado laboral.

“Chile se enfrenta a la escasez de trabajadores altamente cualificados para las transiciones digital y verde. Se necesitan esfuerzos a todos los niveles en educación y formación, incluida la formación continua y la recapacitación, para seguir el ritmo de la transición digital. Asimismo, las desigualdades sociales y económicas entre hombres y mujeres han disminuido en Chile, pero se requieren más esfuerzos para facilitar la participación de la mujer en el mercado laboral”, indicó el organismo.

Y luego agregó que “ampliar el acceso a servicios de alta calidad en cuidado de niños y personas mayores ayudaría a Chile a liberar todo su potencial en el ámbito de la fuerza laboral. Chile se enfrenta a importantes riesgos climáticos y se ha fijado ambiciosos objetivos para descarbonizar su economía. Para disminuir el impacto de los riesgos climáticos, es necesario reforzar las capacidades y la coordinación del gobierno e invertir en infraestructuras resilientes”.

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