Como Julio Iglesias fue identificado un conserje de un edificio de la comuna de Ñuñoa, quien tenía una doble vida: trabajaba en dicho lugar, pero también era miembro del «Tren de Aragua», y no solo eso, ya que estuvo implicado en el crimen del exteniente Ronald Ojeda.

El hombre de nacionalidad colombiana fue capturado el miércoles recién pasado y con el transcurso de las horas se dio a conocer el papel que jugó en el asesinato de Ojeda, algo que para los residentes del edificio en el que trabajaba resultó ser impactante.

El subprefecto Hassel Barrientos, jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE), afirmó que el conserje no formó parte del proceso para secuestrar ni asesinar a Ojeda, pero que sí «participó en la fase de la inhumación del cuerpo de la víctima«.

En esta línea, Barrientos indicó que Iglesias estaba en nuestro país en una «situación migratoria irregular» y que vivía en la toma Santa Marta en la comuna de Maipú