Un consejero de Donald Trump reprendió al Papa Francisco por haber criticado la política migratoria del Presidente de Estados Unidos.
En una carta a los arzobispos estadounidenses, el jesuita argentino, de 88 años, pidió «no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados».
Porque, según él, las expulsiones de migrantes en situación irregular constituyen una «importante crisis» que «lastima la dignidad» de las personas.
Unas declaraciones que tuvieron respuesta desde Estados Unidos.
Tom Homan, nombrado zar fronterizo por el propio Trump, reaccionó rápidamente. «Quiero que se centre en la iglesia católica y arregle eso y nos deje a nosotros la vigilancia fronteriza», dijo a periodistas en la Casa Blanca.
«¿Quiere atacarnos porque garantizamos la seguridad de nuestras fronteras? Hay un muro alrededor del Vaticano ¿verdad? No podemos tener un muro alrededor de Estados Unidos», soltó, molesto.
En realidad el sumo pontífice reconoce «el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que han cometido crímenes violentos o graves mientras están en el país o antes de llegar».
«Persecución»
En cuanto al Papa, no es su primera declaración contra Trump.
Durante la primera administración del Mandatario estadounidense -de 2017 a 2021-, el jefe de la iglesia católica, partidario de dar consuelo y ayudar a los migrantes, criticó el plan de Trump de construir un muro en la frontera con México para detener el flujo migratorio.
«Quien levanta un muro termina prisionero del muro que levantó, eso es ley universal, se da en el orden social y en el orden personal (…) Las alternativas son los puentes, levantar puentes», afirmó Francisco en 2019.
Además de seguir construyendo el muro, Donald Trump ordenó redadas contra migrantes, revocó las vías legales migratorias de Biden e incluso comenzó a enviar a la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, a personas en situación irregular en Estados Unidos.
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